Un incendio causado por unos ladrones destruye una industria textil en Quart de Poblet
Un incendio de grandes dimensiones destruyó en la madrugada de ayer una industria textil en Quart de Poblet (L"Horta Sud). Fuentes del caso aseguraron ayer que el siniestro se inició en dos focos muy distantes y fue intencionado, causado por unos ladrones que entraron a robar.Poco antes de que empezara el fuego, sobre la una de la madrugada, unos ladrones forzaron una puerta de la empresa Pelícano (dedicada a la fabricación de plumíferos y edredones) y se disparó la alarma, según la policía. El propietario de la fábrica, Miguel Sanz, confirmó que los ladrones forzaron las máquinas de refrescos y cafés, y revolvieron los papeles. Instantes después, la nave ardía por dos costados.
El Consorcio de Bomberos envió nueve vehículos de los parques de Torrent, Paterna y Burjassot, que lograron controlar las llamas sobre la 1,45. "La estructura se ha desmoronado, casi toda la industria [de unos 2.000 metros cuadrados] ha quedado destruida", detalló el responsable de las tareas de extinción.
Sanz comentó que la fábrica, que lleva 30 años instalada junto a la autovía A-3, en el polígono Nou d"Octubre, carecía de vigilancia nocturna porque "no se guarda allí nada de valor, sólo materia prima". "Por suerte no había personal dentro cuando se produjo el siniestro", apuntó el dueño, mientras aguardaba la llegada de los investigadores de la Policía Científica.
Pero el incendio, en opinión del presidente del polígono, José García Riquelme, obligará a derribar la fábrica y pone en peligro los 125 puestos de trabajo de la empresa. Riquelme destacó que el siniestro ha bloqueado el acceso que utilizan los más de 70 camiones que acuden a diario a la nave contigua de Colebega (la distribuidora valenciana de Coca Cola). Ayer se intentaba habilitar otro acceso alternativo.
Apenas cuatro horas después, a las 5,35, se inició otro incendio industrial en Sollana (La Ribera Baixa). Ardió una antigua cementera que se utilizaba para almacenar balas de chapa de madera, según los bomberos, que desplazaron ocho vehículos. El fuego fue controlado con rapidez y se evitó que se extendiera a un almacén de maiz, pero se quedó un retén de guardia porque las balas de madera siguieron ardiendo lentamente toda la noche.
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