Algo más que esposas y madres
En la columna de Vicente Verdú El valor de la boda (EL PAÍS de 30-12-1999) se interpreta la bajísima tasa de fecundidad española (1,07 hijos por mujer fértil) por el deseo de los jóvenes de tener hogares tradicionales (pero tienen dificultades para construirlos) antes de traer hijos al mundo.Expreso mi desacuerdo con este argumento y lo apoyo en las conclusiones extraídas por el demógrafo J. C. Chesnais a partir de la comparación de los casos extremos de Suecia e Italia. En Suecia, la fecundidad es elevada (dos hijos por mujer, a pesar de que el 85% trabaja) gracias a programas de guarderías, baja parental para ambos progenitores y amplias ayudas a los niños. Por el contrario, en Italia, donde el Estado protege más a la familia que a la mujer, la fecundidad es baja (1,2 hijos por mujer). Las jóvenes de hoy con mayores niveles educativos y dispuestas a ejercer profesiones vocacionales aspiran a ser algo más que esposas y madres y saben que eso es difícil en el seno de una familia tradicional. Aprendamos de esos ejemplos: si queremos que la natalidad aumente en España más vale apoyar la mejora de la mujer fuera y dentro de la familia.- Cecilia Castaño Collado. Madrid.