Los partidos del Gobierno alemán estrechan el cerco al líder de la CDU

Los esfuerzos de la Unión Cristiana Democrática (CDU) por continuar funcionando con normalidad se están viendo frustrados por el asunto de los fondos secretos gestionados por Helmut Kohl. Tras las revelaciones del ex canciller alemán, los partidos de la coalición gubernamental han dirigido su belicosidad hacia el actual presidente de la CDU, Wolfgang Schäuble, sometido a fuertes presiones para que explique el origen de unos fondos transferidos en 1997 desde el grupo parlamentario a la CDU.

La Fiscalía Federal del Estado inició ayer formalmente la investigación destinada a aclarar si existe o no motivo para procesar a Kohl. En el caso de que el ministerio fiscal llegue a una decisión positiva, debería pedir al Bundestag (Parlamento) que levante la inmunidad del excanciller como diputado. En sesión plenaria, el Parlamento decidiría entonces si accede a la petición, tras cerciorarse de que ésta no responde a motivos políticos. El Bundestag reemprende sus sesiones el 17 de enero y la comisión encargada de investigar las cuentas secretas de la CDU se reunirá el 20.Schäuble ha exhortado a la CDU a concentrarse de nuevo en el debate político con el Gobierno y a no dejarse paralizar por las discusiones sobre los asuntos financieros del partido. Sin embargo, todo indica que los partidos gubernamentales -el socialdemócrata (SPD) y Los Verdes- intentarán impedir que se cumplan los deseos de Schäuble, por lo menos en vísperas de las elecciones regionales en Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia.

El asunto que amenaza con poner en dificultades también a Schäuble es el traspaso de 1.146.000 marcos (más de 90 millones de pesetas) al contado desde la cuenta del grupo parlamentario al partido. Este traspaso fue efectuado a principio de 1997, cuando Schäuble era jefe del grupo parlamentario. Se trataba del saldo de una cuenta bancaria del grupo parlamentario que se había clausurado a fines de 1996, según explicó el político en diciembre. Según la versión de la CDU, en la cuenta no había fondos públicos y el dinero procedía mayoritariamente de las contribuciones del partido. El traspaso del dinero de una cuenta a otra no constaba, sin embargo, en el informe anual del partido.

Andreas Schmidt, diputado democristiano que representa a la CDU en la comisión de investigación, ha defendido que el dinero fuera transportado en una maleta, pero, para Rezzo Schlauch, el jefe del grupo parlamentario verde, los "negocios con maletas son siempre problemáticos porque huelen a ilegalidad".

Los partidos gubernamentales piden una relación más detallada de los fondos de la cuenta en cuestión y que explique por qué el dinero fue traspasado de una cuenta a otra en efectivo y no mediante una operación bancaria. Según Schlauch, la CDU puede haber transgredido las normas de financiación de los partidos si ha transferido fondos públicos desde el grupo parlamentario al partido.

Según Christine Landfried, presidenta de la Asociación Alemana de Politólogos, Schäuble hubiera tenido que expresarse más claramente y hubiera tenido que apoyar de una forma más decidida a Angela Merkel, secretaria general de la CDU, que sí ha roto amarras con Kohl y le ha acusado públicamente de perjudicar al partido.

El escándalo está calando en la vida de la CDU a escala regional. En Hesse, el SPD y Los Verdes han involucrado a Roland Koch, considerado como un posible delfín de Kohl, con la existencia de cuentas clandestinas. La CDU de aquel land ha reconocido haber recibido un crédito de 1,5 millones de marcos sin intereses, otorgado por un antiguo tesorero. El dinero se empleó para la campaña electoral que, en febrero de 1999, llevó a la CDU y Roland Koch a la victoria e hizo perder al SPD su mayoría en el Bundesrat (Cámara alta).