Hombre objeto

NEGRITASIGNACIO MARTÍNEZEn el plató principal del centro de producción de la RTVA en Málaga están de obras. Probablemente, no se grabará allí el programa feminista Somos más, de Inmaculada Jabato, que acaban de prorrogar por 13 nuevos capítulos. Este espacio de Canal 2 Andalucía ha tenido que superar las bromas de algunos ejecutivos -hombres- de la cadena que fabricaron el chiste de que era una ONG porque tuvo en su primera edición un 0,7% de audiencia. La perseverancia de Inmaculada, Emelina Fernández y Toñi Asensio, y el cambio de emisión del martes al domingo les ha permitido aumentar su público y continuar. También ha ahuyentado sus propias bromas. En el ímpetu inicial, invitaban cada semana a un hombre objeto, para demostrar fehacientemente que no sabía hacer nada de nada en la casa.

Celia Villalobos, con el mismo desparpajo y desenvoltura que Jabato, aprovechó en la pasada feria que un concejal recién llegado era un finísimo ejecutor de las sevillanas y lo hizo cumplir con todos los compromisos oficiales y particulares que iban llegando. De tanto baile, Francisco Aguilar, flamante teniente de alcalde delegado de Hacienda, salió de la feria sintiéndose un concejal objeto. Aguilar era decano del Colegio de Economistas de Málaga antes de enrolarse en el barco popular y ha protagonizado en el último pleno del año un episodio impropio de su experiencia y su don de gentes. El interventor general del Ayuntamiento se había opuesto en un informe a los 1.200 millones convenidos con los socios privados para municipalizar el servicio de cementerios de la capital malagueña. En el pleno en el que se discutió el asunto el concejal llegó a decir que "el interventor está mayor" y que el que más sabe de estas cosas es él y no los viejos funcionarios. Ahora el munícipe se ha disculpado, pero no está claro que el ofendido, Carlos Claros, haya aceptado las excusas con el año nuevo.

Con el mismo desenfado que Celia e Inmaculada, pero sin su desenvoltura, Carmen Sevilla se despide esta semana del plató de la RTVA en Málaga. La audiencia no justifica el más de medio millón diario de su caché y la cadena autonómica ha cambiado el objeto de sus desvelos: las obras en su centro de Málaga son para hacerle sitio a Irma Soriano, que vuelve. El parador de Golf de Torremolinos tendrá una nueva inquilina y a los espectadores Canal Sur les ofrece un nuevo espejo en el que mirarse.