Grandes superficies

La recientemente anunciada unión de las empresas propietarias de las cadenas de hipermercados Continente y Pryca ha vuelto a poner en el candelero uno de los efectos más negativos derivados de los procesos de globalización. Me refiero a los efectos monopolísticos en el ámbito local o regional de las macrofusiones de grandes empresas multinacionales. Dichas macrofusiones se realizan al amparo de la idea de disponer de un tamaño acorde con el mercado global, pero normalmente tienen como efecto colateral el dominio del mercado en determinados territorios, como consecuencia de que la implantación de las empresas afectadas no es homogénea en todos ellos.El problema que se deriva de lo anterior es que, dado que las competencias en materia de regulación de mercados y defensa de la competencia recaen en los gobiernos nacionales, las consideraciones sobre los territorios de menor dimensión, comunidades autónomas y provincias, tienen escasa relevancia a la hora de la toma de la decisión final. De hecho, incluso la oposición del Gobierno a una fusión por su efecto en un territorio concreto tienen escasa, por no decir nula, viabilidad jurídica, de ahí que el problema encuentre difícil encaje, bajo la presente regulación, salvo por la vía del pacto con las empresas implicadas.

En este sentido, los intentos de la Junta de Andalucía para paliar los efectos de la fusión Continente-Pryca en las provincias de Sevilla y Cádiz, pasan inevitablemente por solicitar que el Gobierno introduzca en el expediente que tramita la demanda a las empresas implicadas para que eviten su posición de dominio del mercado en ambas provincias. Y a partir de ahí, jugar con las distintas capacidades de presión con las que cuenten tanto el Gobierno como la Junta para impedir los efectos indeseados de la ausencia de competencia en el mercado de la distribución minorista. En cualquier caso la tarea no es sencilla, sobre todo para la Junta, en cuya mano sólo quedan instrumentos de actuación no selectivos, que afectarían a todas la grandes distribuidoras. No obstante, como también está presente la posibilidad de apoyar decididamente la distribución minorista, que además es la que genera más empleo y de mayor calidad, no todo está perdido.

LUIS ÁNGEL HIERRO