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Reportaje:

Los mejores humos para el 2000

Tres expertos seleccionan los cigarros puros que van a hacer época en el nuevo milenio

Lo prometido es deuda. Queremos empezar este manoseado año 2000 ofreciendo los cigarros puros que van a marcar seguramente una época. Para ello, nada mejor que recoger las opiniones de reconocidos expertos.Carmelo Endolz, asesor de puros del estanco donostiarra María Teresa Nava tiene tres firmes candidatos para el cigarro del 2000. El Espléndidos de Cohiba (178 x 18,65 mm) considerado el padre de esta moderna pero ya legendaria casa. La riqueza y fuerza de su sabor y sus aromas especiados lo catalogan sin duda alguna como una de las mejores julietas del mundo. Largo en boca, sus aromas grasos y untuosos son soberbios; un cigarro para conocedores. El precio es también importante, 2.450 pesetas. Su segunda opción se aleja de Cuba aunque su fama se forjó en esta isla. Se trata del Davidoff Aniversario nº 2, el príncipe de los Davidoff. Es el equivalente al mitificado Don Perignon cuando estaba afincada la marca en Cuba. En su nuevo emplazamiento en la República Dominicana, desde 1990, esta casa sigue haciendo, según la opinión de Endolz , "los cigarros mejor elaborados del mundo, sobre todo por su riguroso control de calidad". Este cigarro con sabores agradables, aromas frescos y finas notas a madera, tiene un resultado final suavizado y aromático, con un sello de la liga especial con el que la marca confecciona los aniversarios. Su precio, 1.990 pesetas. Su tercer candidato es Lusitanias (Flor de tabacos de Partagas), de formato prominente (194 x 19,45 mm). Este habano es uno de los de mayor riqueza y generosidad de las dobles coronas. Su estupendo sabor a fruta madura da paso a sabores ambarinos, que van evolucionando hacia notas exóticas más especiadas. Un puro excepcional, destinado a los conocedores. Precisamente, éste ha sido el único cigarro en que los expertos consultados han coincidido, ya que Patxi Agesta (Estanco Agesta) se decanta por él y otros dos habanos. Del Lusitanias señala Patxi Agesta que es uno de los habanos "mejor conseguidos". Además, el precio, comparativamente, es mucho menor de lo que puede pensarse (1.200 pesetas). Sus otras joyitas son el Epicure nº 1 de Hoyo de Monterrey, cuyo formato (Coronas Gordas, 143 x 18,26 mm) es el de más futuro. De excelente tiro, es muy fácil de fumar y sorprenderá a aquellos fumadores que lo desconozcan. Otra maravilla es su precio, 900 pesetas.

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Tampoco le va a la zaga el Belicosos de Sancho Panza (formato Campana, 140 x 20,64). Agesta defiende con ardor este figurado (se da este nombre a los que tienen forma diferente a los parejos) y niega que su aparatosa forma cónica sea una dificultad para fumarlo, al contrario. "Sólo tiene un grave inconveniente: su suministro es muy irregular". El precio, un aliciente añadido, 690 pesetas.

Julián Armendariz, presidente del Club de fumadores Habanos Epicur del País Vasco, defiende dos joyas novedosas, tanto que todavía no las podemos encontrar en el mercado español. Se trata del Cuaba Distinguido (Reserva del Milenio). Introducido en La Habana en febrero de 1999 y manufacturado en la fábrica de Romeo y Julieta (Briones Montoto), este hermoso figurado (162 x 20,63 mm), es un cigarro peculiar, por su formato ahuevado (abultamiento próximo a la boquilla) muy al gusto inglés del siglo pasado. Agradará a fumadores habituados a puros de otras regiones, si bien tiene el carácter de Cuba. Aroma agradable sobre el que predominan los tonos florales y vegetales.

La otra primicia es el San Cristóbal de La Habana. La Fuerza. Esta novísima marca fue presentada en noviembre en la Habana en conmemoración del 480 aniversario de la fundación de La Habana ciudad, y consta de cuatro vitolas cuyos nombres corresponden con los de otras tantas fortalezas históricas de la ciudad. La Fuerza (140 x 19,84 mm) es un "robusto largo". La muestra recibida para la cata estaba torcida de forma impecable, con una untuosa capa colorada de grano fino. La liga estaba muy bien equilibrada, dando un sabor agradable y ligeramente terroso, con un punto de picor debido probablemente a su juventud. La combustión y el tiro fueron correctos durante toda la fumada. Este cigarro va a ser pronto un clásico en la familia de los habanos de la máxima calidad.

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