600.000 hogares franceses entraron en el año 2000 sin luz ni teléfono

En contraste con el brillo y el lujo exultante de la ciudad de la luz, 600.000 hogares franceses pasaron la Nochevieja a la luz de las velas y medio millón más sin teléfono a causa de la devastación provocada por los recientes vendavales. Sin embargo, contra tantos augures que anunciaban una noche de violencia callejera y desastres informáticos, pese a los desastres naturales y la marea negra del petrolero Erika, los franceses pasaron al año 2000 sin dramas ni incidentes mayores.En París, un millón largo de personas, muchas de ellas turistas venidos ex profeso para festejar el acontecimiento, asistieron al soberbio espectáculo pirotécnico desplegado en torno a la torre Eiffel y ocuparon festivamente la plaza de la Concorde y los engalanados Campos Elíseos, donde se levantaban unas gigantescas norias luminosas. El miedo a los desórdenes y la psicosis que se había instalado en parte de la población explica, sin duda, que no se alcanzara la cifra de dos millones de asistentes prevista y la facilidad que hubo para encontrar mesa en buena parte de los restaurantes de la capital, especialmente aquellos que ofrecían el "menú del siglo" a precios astronómicos.