ARTUR MASCONSEJERO DE ECONOMÍA, FINANZAS Y PLANIFICACIÓN "Duran no aporta nada nuevo al discurso nacionalista de CiU"
Artur Mas (Barcelona, 1956) está considerado uno de los políticos con más futuro dentro de Convergència Democràtica. Desde la reestructuración del Gobierno, Jordi Pujol le ha designado portavoz del Ejecutivo, y ha visto incrementadas sus competencias al frente del Departamento de Economía. Desde entonces, también es responsable de coordinar toda la estructura departamental.Pregunta. La oposición ya le critica por no presentar los presupuestos antes de fin de año.
Respuesta. No pido nada extraordinario, tan sólo 100 días, el periodo que se concede a todos los gobiernos. Y el calendario se puso en marcha el 30 de noviembre, cuando se constituyó el Gobierno.
P. Siempre es mejor disponer de los presupuestos en la fecha correspondiente.
R Ahora, imposible. Suelen aprobarse para el 1 de enero, por lo que el trámite parlamentario empieza a principios de noviembre. Hace cuatro años tuvimos elecciones en noviembre y el presupuesto se aprobó a principios de julio. Este año, antes.
P. Antes de las generales.
R. No, porque los 100 días se cumplen a mediados de marzo.
P. ¿No quieren aparecer antes de las generales aliados con un grupo que les apoye los presupuestos?
R. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Siempre hemos encontrado los apoyos necesarios para aprobarlos. No puede ponerse en duda nuestra capacidad para articular mayorías en el Parlament con el objetivo de aprobar las grandes leyes. Es un juicio absolutamente prematuro.
P. Cuando Xavier Trias abandone el Ejecutivo, el Gobierno pivotará sobre dos grandes departamentos.
R. No comparto este análisis. En el Gobierno se configuran dos departamentos de un alto contenido político, y en mi caso no sólo se refuerza, sino que se le atribuye a su titular la función de portavoz. Pero esto no impide que el Gobierno continúe teniendo una estructura homogénea y unitaria. No existen dos grandes cabezas seguidas de una serie de cabezas pequeñas.
P. Pero no deja de ser casualidad que estos departamentos estén ocupados por dos personas que aspiran a liderar la coalición.
R. Uno de los objetivos de este Gobierno era una apuesta de futuro de lo que representa políticamente CiU en Cataluña. Sólo esto. El objetivo es garantizar, para dentro de 15 o 20 años, que en Cataluña habrá una formación política catalanista, de amplio espectro social, que continúe siendo el factor de progreso. Ello nos obliga a reforzar y a ligar al máximo las bases de esta coalición. Y el Gobierno es una expresión de esta voluntad.
P. Entonces no hay ninguna clave sucesoria en el Gobierno.
R. No necesariamente. En algún momento tendrá que salir una opción, encabezada por algunas personas y todo un grueso de gente por detrás. Pero la actual composición no predetermina esta situación futura.
P. Bueno, pero Duran se postula abiertamente.
R. A mí no me consta. Él dice que no y yo me fío.
P. Usted sí se postula.
R. Yo tampoco. Es evidente que no lo hago.
P. ¿No le parece quimérico o ilusorio este debate de la sucesión cuando las autonómicas han significado un descenso del nacionalismo que ustedes representan?
R. El 17 de octubre obtuvimos un gran triunfo, una gran victoria. Los resultados son una clara oportunidad para garantizar la continuidad del catalanismo que representa CiU. Si no hubiésemos ganado, nuestras opciones serían ahora más débiles.
P. Hubo un mensaje claro del electorado.
R. Es evidente que perdimos una parte, no muy importante, de nuestro electorado tradicional en unas elecciones al Parlament. Tenemos que corregir cosas y cambiar algunas actitudes. Quizá una determinada gente considere que llevamos muchos años gobernando. Pero hay más gente que no lo cree así y para nosotros éste es el mensaje importante.
P. Para las generales será necesaria una política de alianzas.
R. Sí, pero hemos demostrado que no nos casamos con nadie.
P. Pero posiblemente se pedirá a CiU un balance de colaboración con el PP y una posición respecto a cómo encara el futuro.
R. Como norma, hemos intentado colaborar en el conjunto de la política española cuando nuestra posición ha sido decisiva, con el PSOE y con el PP. Si ahora hemos colaborado con el PP no ha sido por voluntad propia ni porque nos guste especialmente, sino porque este partido ganó las elecciones en España. Además hemos sido capaces de articular una colaboración positiva, pero el modelo no puede ser el mismo en el futuro. Estamos predispuestos a asegurar la gobernabilidad, pero en condiciones nuevas, y queremos que el resto de España tome conciencia de los retos que plantea Cataluña.
P. Asegurar la gobernabilidad en un gobierno de coalición.
R. Sobre este tema ya se ha dicho todo, además me parece meridiano.
P. Usted se manifestó a favor
R. Personalmente no tengo ninguna resistencia de principios. Pero participando en el Gobierno no obtendríamos ningún resultado positivo. Para contribuir al progreso general español y defender los intereses de Cataluña no hace falta entrar.
P. Usted hizo una propuesta de condicionar cualquier pacto en Madrid a una mejora del sistema de financiación.
R. Tendremos que revisar las formas de colaboración en un futuro y en este sentido hay dos temas que son básicos: un sistema de financiación más justo y un autogobierno más pleno. Lo digo sin renunciar un ápice a dos aportaciones que debemos seguir haciendo en la política española, que son la modernidad del Estado y la moderación en la práctica de la acción política. Pero respecto al fondo, el resto de España ha de tener en cuenta que algún día Cataluña deberá resolver sus retos más importantes; retos que no son inmediatos, sino para los próximos 15 o 20 años, pero que deben visualizarse desde el primer momento de nuestra colaboración.
P. Acuerdos similares a los del 96.
R. En el 96 había numerosas reivindicaciones, pero concretas. Ahora serán unos planteamientos más globales, de mayor contenido político.
P. ¿Es una posición personal suya?
R. Sí, pero la he expresado en los órganos de la coalición.
P. ¿Hay consenso?
R. No hay un acuerdo formal. Es una de las estrategias que debemos perfilar.
P. En CDC, usted constituye el paradigma de la línea más reivindicativa, más soberanista.
R. Es difícil encontrar una persona tan moderada en sus planteamientos como yo. Puede que a alguien le interese identificarme con una corriente radical o extremista. Se equivocan. Normalmente exteriorizo una forma prudente, moderada y equilibrada de hacer las cosas.
P. Está de acuerdo con esta tercera vía del nacionalismo propuesta por Duran Lleida.
R. Todo lo que oigo de añadiduras al catalanismo no aporta nada nuevo. Lo que pide Duran Lleida es exactamente lo que hemos hecho durante estos 20 años. No veo ninguna novedad.
P. O sea que Duran Lleida no propone nada nuevo.
R. Creo que no. Si se propone una línea de acción política que tenga en cuenta los intereses reales de la gente, sencillamente es lo que ha estado haciendo el Gobierno de CiU.
P. Llegamos a la conclusión de que Unió y Convergència no se diferencian ni ideológicamente.
R. Desde el punto de vista de la acción de Gobierno creo que así es. Y si no, me pregunto cómo Unió ha podido permanecer tanto tiempo dentro. Ha sido una comunión de intereses y una estrategia conjunta. Otra cosa es que pueda afirmarse que en CDC hay una parte de gente de procedencias sociales más diversas. Pero no lo digo en detrimento de nadie.
P. Siguen reclamando intervenir en la Agencia Tributaria.
R. Es uno de los puntos clave del pacto fiscal. Una propuesta para que tengamos un amplio ámbito de intervención, de actuación y de maniobra en los asuntos fiscales que afectan a los catalanes. Creo, y lo digo sin ánimo de crítica, que la entrada de la Generalitat en la Agencia Tributaria sería un revulsivo interno en estos momentos y una apuesta clara de un mejor servicio.
P. ¿Por qué dice un revulsivo?
R. Debo suponer que después de todo lo que está sucediendo puede haber gente en la Agencia Tributaria que piense que se necesita algún tipo de revulsivo. Y uno claro sería que la Generalitat se implicase a fondo en su funcionamiento.
P. Ustedes pactaron con ERC reformar la ley de cajas.
R. Lo que se acordó con Esquerra Republicana es un añadido a un artículo de la actual ley de cajas. Es decir, determinar que las cajas de ahorro tendrán una atención preferente en tres ámbitos concretos: la financiación de la pequeña y mediana empresa, de las empresas de economía social (cooperativas, sociedades anónimas laborales, etcétera) y de las infraestructuras culturales. El resto de la legislación se mantendrá igual.
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