Bella visión
Invito a los madrileños y forasteros a que se den un paseo por la calle de Alcalá, a la altura de la plaza de la Independencia y contemplen la excelsa visión nocturna del Madrid navideño. Es una verdadera delicia. No creo que exista otra perspectiva así. Las luces están cuidadas y todo el trayecto se encuentra esmaltado. Parece que estuviera vivo, lleno de fuerza. Visiones así hacen que, pese a todos los desaciertos, evidentes, en que este Ayuntamiento incurre, un observador imparcial pueda sentirse orgulloso de la belleza de esta ciudad, siquiera en unas semanas del año madrileño.-
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