El Ejecutivo de Costa de Marfil negocia con militares rebeldes que exigen su paga

Los soldados amotinados desde ayer en Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil, han logrado ocupar la radio y la televisión; anoche eran audibles numerosas ráfagas de armas ligeras en diversos puntos de la ciudad. A pesar de la situación, el Gobierno ha conseguido entablar negociaciones con una delegación de los rebeldes que anoche se hallaban en las oficinas del primer ministro. Los soldados, unos doscientos, pertenecientes a los principales cuarteles y al antiguo contingente de cascos azules costamarfilense en Centroáfrica, reclaman los salarios atrasados. No se tiene conocimiento de reivindicación política alguna.Los amotinados dedicaron el día a saquear comercios y a robar automóviles. En esos vehículos, muchos de ellos taxis, recorrieron la ciudad sembrando el terror entre la población civil. En 1990 hubo una crisis similar por un problema con la paga.

El Gobierno ha creado un gabinete de crisis, pero, hasta entrada la madrugada, ni el Ejecutivo ni los rebeldes habían intentado dirigirse al país para explicar lo sucedido.

Según fuentes diplomáticas, los soldados estallaron en cólera al escuchar, el miércoles, el discurso del presidente de Costa Marfil, Henri Konan Bédié, que no hizo mención alguna a su caso ni prometió soluciones a los atrasos. El presidente dejó Abiyán por la mañana al comenzar los incidentes, pero dirige las negociaciones en la sombra.