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Almodóvar lanza un cuento a través de Internet que ilustrarán los jóvenes

La literatura y la tecnología no son incompatibles. Ramón Antúnez y Antonio Rodríguez Almodóvar han puesto en Internet un "cuento de cuentos", titulado El vividor de historias, y proponen un concurso para ilustrarlo en que pueden participar los jóvenes menores de 18 años. Sus creadores apuntan que esta es una manera de acercar la lectura a los más jóvenes en un momento en que la tecnología los aparta de los libros. Además, el relato se puede conseguir gratuitamente en disquete en la feria de Expojuventud en Sevilla.

Con la intención de fomentar la lectura en unos momentos en el que los ordenadores y los vídeo-juegos se imponen sobre el libro. Antonio Rodríguez Almodóvar y Ramón Antunez han lanzado esta iniciativa para fomentar el debate de si la tecnología es enemiga de la literatura e intentar impregnar de "esa forma de ser, o de vivir, que es la literatura" a los jóvenes.Para ello, nada como escribir un "cuento de cuentos", con el título de El vividor de historias, de 13 capítulos, en edición de formato digital. Hasta el 2 de enero en uno de los expositores de la Diputación de Sevilla en Expojuventud se repartirán gratuítamente disquetes con el relato de Almodóvar.

Además, se puede conseguir el relato descargándolo a través de la pagina web de la Diputación de Sevilla (www.dipusevilla.es). Almodóvar acompaña la portada de su cuento digital con una frase del Diccionario filosófico de Voltaire: "Los libros más útiles son aquellos cuyos lectores aportan la mitad, pues estos amplían los pensamientos que se les presentan en germen, corrigen lo que les parece defectuoso y fortalecen, mediante sus reflexiones lo que les parece débil".

Los lectores de este libro no podrán aportar sus pensamientos pero sí podrán optar a trazar las líneas de las situaciones que transcurren a lo largo de los bytes de esta historia. Se ha abierto un concurso mediante el que los jóvenes menores de 18 años pueden proponer el formato del libro y diseñar las ilustraciones que acompañen las diferentes andanzas que vive el protagonista de estas historias. "una manera más de acercar la literatura a los chavales", comentaron los creadores de esta idea.

Una narración, como explica su autor, en el que el personaje principal, "un rapaz adolescente", va encarnándose en los protagonistas de otros cuentos ilustres -Simbad el Marino, Gulliver, Tom Sawyer, Mowgli...-. "Pero, no es como Bastian, el niño de La historia interminable, que se cuela en el libro, sino metiéndose mismamente en el pellejo de sus personajes", apunta Almodóvar.

El autor de Cuentos al amor de la lumbre hace un alegato en defensa de las historias fantásticas, de aventuras o animales y no entiende "por qué a esta literatura se le llama juvenil o infantil".

El escritor sevillano considera que de esta manera, "nada pedagógica, ni académica, sino más bien pegajosa" se repasa "en amigable mescolanza" a autores como Cervantes, Becquer, Horacio, Andersen, Oscar Wilde, Jack London, Salgari y Verne, entre otros.

Expojuventud y el entorno andaluz

La edición de la última Expojuventud de este siglo en Sevilla se centra en el entorno medioambiental andaluz, su cuidado y el descubrimiento de los secretos que la naturaleza nos ofrece.Alrededor de 14.000 metros cuadrados repartidos en dos pabellones de diversión lúdica para niños y jóvenes que se ha instalado en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla hasta el próximo 2 de enero, y está organizada por la Diputación de Sevilla, el Ayuntamiento hispalense y el Instituto Andaluz de la Juventud.

Descubrir el ciclo integral del agua a base de pruebas donde incluso los chavales se meten en un pequeño río a "buscar bichos", meterse en un iglú hinchable que es un planetario, recorrer una exposición sobre la ciudad sostenible o participar en la construcción de una gran maqueta de la orografía de Andalucía son algunas de las opciones de Expojuventud.

También se puede experimentar todas las sensaciones que le pasan a un actor antes de salir a escena, disfrazarse o disfrazarse con un taje ignífugo del ejercito.

Mientras los niños se divierten, los padres pueden conocer como se medía el tiempo hace cientos de años antes del reloj mecánico o recordar con los increíbles inventos del profesor Franz de Copenhague -la Moto-fuelle o el aparato para evitar que las gallinas pierdan los huevos- que el fenecido TBO se encargaba de difundir.

En otro pabellón hay varias pistas de simulación de actividades deportivas. Boxeo con guantes gigantes con los que es casi imposible pegarse o un partido de fútbol donde los jugadores están atados entre sí.

También hay una zona infantil en la que se realizan varias pruebas relacionadas con costumbres o personajes de las ocho provincias andaluzas como la pesca de Huelva, los toros de Sevilla o el maquillaje carnavalesco de Cádiz.

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