Madrid generó 2.012.000 toneladas de residuos y vivió 69 alertas por exceso de ozono este año
La urbanización desmedida, el incremento de los desechos tóxicos y la polución acústica y atmosférica generada por el transporte son los factores que tienen mayor incidencia en la degradación del medio ambiente, que alcanza niveles críticos en la zona de la Comunidad. Así lo afirma la ONG Ecologistas en Acción en el libro El medio ambiente en Madrid, presentado ayer con un análisis de 18 grandes problemás ecológicos en la región.Según detallaron varios especialistas, la acumulación de desechos alcanza las 2.012.000 toneladas anuales, lo que equivale a algo más de un kilo de basura diaria por habitante. De ellas, 13.000 toneladas son consideradas de alta toxicidad. Diego Herranz, de la comisión de Residuos de la ONG, criticó el plan de recogida selectiva implementado por el municipio, pues al momento del reciclaje, "en la planta se rechaza el 50% de los residuos depositados en los botes de bolsa amarilla".
El modelo de urbanización dispersa que, a juicio de Ecologistas en Acción, propiciada tanto por la Comunidad como por el Ayuntamiento, obliga a intensificar los desplazamientos de 700.000 personas desde la periferia hacia el corazón de Madrid. "La especulación urbanística es grave: hay 200.000 viviendas vacías en la ciudad, pero la gente se va a la corona metropolitana porque puede conseguir casa allí a un precio accesible", considera Santiago Martín Barajas, de la comisión de Medio Ambiente, quien propone la creación de "cascos urbanos compactos".
Asimismo, el uso intensivo de los medios de transporte impulsa el desarrollo de obras de infraestructura, en desmedro del equilibrio ambiental. En la zona está proyectada la construcción de nueve autovías, cuatro tramos de ferrovías de alta velocidad, la instalación de un aeropuerto en Campo Real más una ampliación en Barajas. "Los responsables de urbanismo deberían mejorar la red de cercanías, que ha sido postergada porque el dinero se destina al AVE", expresa Paco Segura, de la ONG.
El incremento de la contaminación atmosférica constituye un grave efecto colateral de esta expansión: durante este año se contabilizaron en Madrid 69 alertas por la superación del nivel tolerable de ozono, 20 más que en 1998.
