Bruselas permite la venta de gasolina súper en España hasta el 1 de enero del 2002
La Comisión Europea aprobó ayer una medida que permite a España, Italia y Grecia comercializar gasolina con plomo (súper) dos años, hasta el 1 de enero del 2002. La comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallström, aceptó conceder esta prórroga porque es necesario "para hacer llegar la información al público" sobre la desaparición de la gasolina con plomo. La exigencia obliga a renovar el parque español, que tiene 3,5 millones de coches (el 25% del total) que usan ese combustible. Fabricantes y asociaciones han solicitado la concesión de ayudas.
La comisaria de Medio Ambiente no quiso admitir que esta decisión supone una dolorosa derrota política tanto para ella como para sus posiciones maximalistas en materia ecológica. Hasta hace apenas unos días, Wallström había hecho oídos sordos a los argumentos de estos países en defensa de un aplazamiento de al menos dos años de la orden de desaparición de la gasolina con plomo, que, según la directiva 98/70/CE, debería estar prohibida desde el 1 de enero próximo.Fueron necesarias presiones al más alto nivel y discusiones entre el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y los jefes de Gobierno español e italiano, José María Aznar y Antonio D"Alema, en la reciente cumbre de Helsinki para forzar un acuerdo.
Ese acuerdo, como tantas veces en Bruselas, se reduce a aceptar la posición intermedia de las dos partes enfrentadas: ni los tres años que pedían los Estados miembros al principio ni el año que aceptaba conceder la comisaria, firme partidaria de no otorgar ninguna prórroga.
El acuerdo de ayer, que refleja el consenso alcanzado hace 10días en Helsinki, contempla también una prórroga de cinco años para los territorios franceses de ultramar (isla Reunión, Martinica, Guadalupe y Guyana). Portugal podrá mantener los actuales niveles de azufre un año más para el gasóleo y dos años más para la gasolina sin plomo debido a las dificultades tecnológicas que tienen sus refinerías para cumplir con las exigencias de la directiva en materia de azufre.
Dos años de cinco
Estas prórrogas no constituyen ninguna medida particularmente excepcional puesto que la directiva ya contemplaba la posibilidad de que algunas medidas pudieran retrasar su entrada en vigor hasta un máximo de cinco años en aquellos países que tuvieran dificultades para cumplir con las exigencias de la nueva normativa.
España, al igual que Italia y Grecia, ha argumentado que la desaparición de la gasolina con plomo afectaría a millones de automóviles que aún no pueden circular sin ese carburante. En el caso de España, el Gobierno sostiene que aún circulan entre tres y cuatro millones de automóviles en estas condiciones.
La comisaria Wallström ha recibido amplias explicaciones sobre la situación del sector del automóvil en esos países, como por ejemplo las dificultades para renovar el parque de coches a la misma velocidad con que se ha podido hacer en países con rentas más altas.
Wallström se felicitó ayer de la medida adoptada porque permitirá que "también los países del sur tomen conciencia de la importancia de este asunto", dijo, confirmando así su tesis de que el problema no es tanto socioeconómico como de "falta de información al público".
A su juicio, el medio ambiente europeo no va a sufrir con esta prórroga porque esta medida se ha limitado a dos años "a pesar de que estos países habían solicitado cinco años más para amoldarse a las exigencias de la directiva", afirmó la comisaria para defenderse de quienes critican a la Comisión Europea por haber sido demasiado permisiva.
La prórroga de dos años alivia un poco la situación de los 3,5 millones de vehículos españoles (el 25% del total del parque de turismos) que usan súper. No obstante, los propietarios de estos vehículos aún carecen de una alternativa concreta para adaptar esos coches o cambiarlos por nuevos. Estos vehículos suponen el 80% de la contaminación que producen los coches.
Petición de ayudas
La normativa sobre gasolina sin plomo obligó a que a partir de 1988 los coches salieran de fábrica con catalizador, aunque en fechas posteriores se vendieron coches sin él, entre otras razones por su escasa implantación en las estaciones. En la actualidad, el 33% del parque español tiene más de 10 años. Para usar gasolina sin plomo es necesario instalar un catalizador, aunque se puede usar sin él con el riesgo de estropear el motor.
Ayer mismo, el director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Luis Valero, indicó que "no será fácil" cumplir la moratoria de dos años. En su opinión, el calendario impuesto por Bruselas es "muy exigente" y representa "un toque de atención para el Gobierno, que tendrá que ponerse las pilas para acelerar el proceso de renovación del parque automovilístico español".
Para la modernización, Anfac propone duplicar la actual dotación del Plan Prever, por el que se dan 80.000 pesetas por el coche usado con más de 10 años al comprar uno nuevo. Según la asociación, la adaptación de un coche para el uso de gasolina sin plomo es muy costosa teniendo en cuenta la antigüedad. Según otras fuentes, el coste de colocar un catalizador no será menor de 100.000 pesetas (entre 40.000 y 50.000 pesetas del aparato más la mano obra, que es costosa por el trabajo que requiere).
La Confederación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios (CAVE), por su parte, pidió ayer al Gobierno que subvencione la instalación de catalizadores en los vehículos que usan súper y cuyos propietarios no podrán pagar por falta de recursos. Según la CAVE, la adaptación de los vehículos debería realizarse a través de la red nacional de ITV (Inspección Técnica de Vehículos) y con personal procedente del Inem previamente formado.
Hace una semana, los Automovilistas Europeos Asociados pidieron facilidades y ayudas fiscales para los afectados. El Ministerio de Industria aún no ha concretado ningún plan para enfrentarse a este problema. Según sus portavoces, en este momento se están estudiando todas las posibilidades, "pero que el tema es muy complicado".
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