El Atlético traspasa a José Mari al Milan por 3.200 millones de pesetas
El Milan pagará 3.200 millones de pesetas al Atlético de Madrid por el fichaje del delantero José Mari, que se incorporará inmediatamente al club italiano. La cifra representa el traspaso más alto de un jugador español. El fichaje provocó la batalla entre el Milan y el Roma, cuyo entrenador, Fabio Capello, había recibido el compromiso verbal de José Mari para jugar en su equipo. A última hora, el delantero rompió el acuerdo y firmó por cinco temporadas con el Milan. José Mari será el duodécimo jugador español que actúe en la Liga italiana.
El día de ayer se convirtió en una rueda de reuniones. El director general del Atlético, Miguel Ángel Gil, sentado en su despacho del Calderón, recibió a las sucesivas delegaciones del Roma y del Milan, que se acercaban a ofrecer sumas por José Mari que jamás se pagaron por un jugador español. Los clubes italianos llegaron en tromba a pujar por un jugador devaluado en la estima de los aficionados rojiblancos y -por su crisis goleadora- en el mercado español. En Italia, sin embargo, José Mari es considerado un filón. Y el Milan se lo lleva previa promesa de pago de 3.200 millones de pesetas. Antes, los delegados milaneses tuvieron que convencer al representante de José Mari, Fermín Gutiérrez, para que rompiera su acuerdo verbal con el Roma. Fermín explicó la decisión al salir del despacho de Gil en la noche de ayer: "Hace dos meses que iniciamos este proceso. José Mari no se encontraba a gusto en el Atlético; con los silbidos del público del Atlético; y nos hemos decidido por el Milan por la historia de este club".El Roma irrumpió en el Calderón a las 11.00 horas de la mañana, representado por su secretario técnico, Franco Baldini, y por el intermediario italiano Erenesto Bronzetti. Llegaron a firmar el contrato de traspaso con el Atlético, pero resultó en un intento frustrado. Cumplido el trámite, los romanos se marcharon con caras largas dando paso a la delegación del Milan, encabezada por el director general del club, Ariedo Braida. Ambos clubes ofrecieron una suma superior a los 3.000 millones de pesetas.
El Milan llegó con ventaja, puesto que Miguel Ángel Gil había alcanzado un acuerdo telefónico durante el pasado fin de semana con el vicepresidente del club rojinegro, Adriano Galiani. El Milan se interesó por José Mari en las últimas semanas, pero el primero en ponerse en contacto con el jugador fue el Roma. El propio entrenador romanista, Fabio Capello, se ocupó hace diez días de llamar a José Mari para convencerle de que su futuro sería luminoso fuera del Atlético.Para un entrenador que venera la capacidad física de los jugadores, un joven de 21 años recién cumplidos que corre los 50 metros lisos como un velocista profesional era un sueño. Por eso, tocó el nervio más sensible del andaluz; que ha pasado de ser una gran promesa del fútbol juvenil español a un hombre desanimado, fuera de su sitio en el campo, castigado por una rotura fibrilar que le lastró durante los primeros partidos de la temporada, y harto de los pitos que le dedicaba la grada del Calderón ante su falta de acierto. Ha marcado dos goles -uno contra el Madrid y otro contra el Málaga- en 12 partidos de la presente Liga. En otras campañas su acierto rematador tampoco fue deslumbrante: marcó nueve goles en 35 partidos en la temporada 97-98, y otros nueve en 37 encuentros. Pero su rendimiento el curso anterior fue extraordinario, muy por encima del equipo.
"Conmigo nadie se ha puesto en contacto todavía", decía José Mari. Ayer, en declaraciones a Efe, estaba exultante: "Voy a hacerme un hueco en el fútbol italiano. Es un noticia fabulosa. Llevaba tiempo que las cosas no me iban bien en Madrid. La afición parecía no confiar demasiado en mí. Ha sido un buen acuerdo para todos. El Milan es un grande y voy con mucha ilusión".
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