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El líder de Unió propone una "tercera vía" nacionalista lejos del radicalismo

El presidente del Comité de Gobierno de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, propuso ayer, recién reelegido como máximo dirigente del partido, un nuevo discurso catalanista, una "tercera vía" alejada de las visiones autonomistas de la izquierda y del radicalismo soberanista que empieza a ganar terreno en Convergència (CDC). Las diferencias con los convergentes deben limitarse al terreno de las ideas, ya que cualquier batalla por la sucesión de Jordi Pujol sólo alentará la llegada de los socialistas a la presidencia de la Generalitat, alertó Duran.Los democristianos aprobaron una resolución en la que se descarta la ruptura de la coalición y la fusión entre ambos partidos y se apuesta por configurar un nuevo modelo de relaciones. Pero este debate se aplaza hasta el congreso extraordinario del mes de julio. Fue en el marco ideológico, y en concreto el nacionalista, en el que Duran Lleida se alejó de sus socios y de los postulados que empiezan a triunfar en CDC: el soberanismo radical. Con esta doble estrategia, Duran no sólo establece una frontera de las ideas, sino que, a la vez, se aleja de su principal contrincante para la sucesión de Pujol, el consejero de Economía y Planificación, Artur Mas, uno de los acérrimos defensores de este nacionalismo soberanista.

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Nuevo lenguaje

Aunque la ideología nacionalista y democristiana seguirá siendo la base sobre la que se asienta el partido, Duran Lleida defendió un nuevo lenguaje adaptado a los retos del futuro, un discurso mucho más humanista y pragmático capaz de conectar con un segmento de la población que hasta el momento se ha mantenido esquivo políticamente. Un sector social que no es otro que el inmigrante, sobre todo el que vive en el cinturón industrial de Barcelona, que no tiene el catalán como lengua materna y que, según afirmó el dirigente de UDC, tiene como "referente nacional España y no Cataluña". "No podemos dejar fuera de nuestro proyecto", subrayó, "a la mitad del país".

Con este objetivo, el partido debe abandonar el nacionalismo puramente reivindicativo, "la pela como nuestro hecho diferencial", dijo; la bandera del discurso victimista, que Duran calificó de "inútil, estéril y frustrado", y optar por "dar un rostro humano" a las propuestas y exigencias nacionalistas catalanas. En definitiva, romper con el lenguaje del pasado y ofrecer nuevas expectativas. "Tenemos que humanizar nuestro discurso", sentenció.

Sólo dotando al nacionalismo de contenido práctico, Unió y la coalición podrá seguir adelante, afrontar las exigencias y circunstancias que reclama el futuro y no quedar en una posición "minoritaria". "Somos nosotros", manifestó Duran en su discurso, "la tercera vía de siempre, pero tenemos que redefinir el nacionalismo". El dirigente de UDC definió a este nuevo modelo como el del eurocatalanismo.

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