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LUIS SOLAR CUBILLAS DIRECTOR DE DEPORTES DE VIZCAYA "El deporte sale airoso de las peores circunstancias"

Luis Solar Cubillas ingresaba esta semana en la Bascongada de los Amigos del País con un tema universal: La pedagogía de Coubertin. Lo hacía convencido como estuvo aquel barón parisino (impulsor del deporte para todos a costa de crear el olimpismo) de que "ninguna reforma de orden político, económico o social podrá ser fecunda sin una reforma previa en la pedagogía"; o de que "los males que sufre Europa no provienen sólo de las guerras, sino también de la debilidades pedagógicas".Luis Solar, como Pierre de Coubertin, es creyente de la pedagogía del deporte. Lleva 11 años de profesor del Instituto Vasco de Educación Física. Fue director durante ocho e impulsor de este centro universitario ubicado en Vitoria, y actualmente es el responsable máximo de la juventud y el deporte en Vizcaya. Él ha practicado el deporte y ha sido entrenador de balonmano. Ahora también escribe y uno de sus artículos, Pura raza, ha recibido el premio de la prensa deportiva por criticar la nueva cara de racismo desde la discriminación promocionada por Estados Unidos para que "no ganen los africanos las carreras, porque la derrota occidental no vende"

Pregunta. ¿Que queda de aquel espíritu de Coubertin?

Respuesta. Sobre todo un compromiso, el de sentirlo como un medio pedagógico de primera magnitud, el deber eminente que todo estado moderno tiene de garantizar a cada uno la posibilidad de practicar deporte, o que la popularización del deporte es un factor que sirve para la paz mundial a partir de una actitud de paz personal y diaria de cada practicante del deporte, además de mantener vivos conceptos como el fair play o las sanciones a actitudes o comportamientos antideportivos.

P. ¿Puede decirse que Coubertin tuvo algo de visionario?

R. A Coubertin le encargan elevar la decaída moral en una Francia que está en plena decadencia. Concluye un estudio de tres años con la advertencia de que la solución está en la educación de los valores y, de ellos, los que tiene el deporte: la responsabilidad, la toma de decisiones, la capacidad de sacrificio y esfuerzo, la convivencia en equipo, el valor de la participación, de la derrota, etcétera. Sin embargo, no le hicieron mucho caso y por eso ideó resucitar los Juegos Olímpicos a partir de unos Juegos Escolares pretendiendo llegar así a la práctica del deporte en las escuelas (deporte escolar) y en los ciudadanos (deporte para todos). Su idea fracasó pero no el olimpismo, pese a las dificultades de las primeras ediciones (Atenas, París, Estados Unidos) y repitió hasta la saciedad una frase a la que luego, con la necesidad de confrontación de la guerra fría, dieron la vuelta: de la calidad (deporte de alta competición) sale la cantidad, porque el objetivo final era que todos practicaran el deporte. Ahora, el deporte de masas y educativo se plantea como un servicio a la marca, predominando el poder de los intereses económicos o políticos.

P. Hay quien defiende que este siglo que termina ha sido el del deporte. ¿Lo cree así?

R. Es evidente que el deporte es uno de los fenómenos mundiales de consenso. Algunos sociólogos mantienen la tesis de que sólamente hay tres valores universalmente aceptados: la educación, la competitividad y el deporte, y los tres tienen un punto en común en el deporte escolar, lo que hace volver a las fuentes del deporte moderno, en Inglaterra, y recupera las ideas de Coubertin y de los humanistas del XVIII: libertad, igualdad y fraternidad. La libertad considerándola como fuente, no como dogma, que asegura la igualdad, como sinónimo de la dignidad, no como factor de la envidia, y ofrece la fraternidad como comunión y no como identidad.

P. ¿No es todo eso demasiado idealista, no hemos convertido el deporte en un dios?

R. Sí, claro. El deporte ha jugado en este siglo un papel muy distinto. Ha servido de instrumento de propaganda de la política y de las ideologías, ha puesto o quitado a los países del mapa, ha servido de bandera y de reivindicación... Pero, sobre todo, el deporte se ha aprovechado de las peores circunstancias para salir siempre airoso y lo ha hecho, además, cada vez con más valor social. Del deporte se han aprovechado el capitalismo y el comunismo e incluso él mismo se ha valido de las guerras. Y ahora se ve favorecido por una crisis de ideologías, de fe religiosa, y se ha convertido para muchos en la nueva religión que une o distancia más que ninguna otra cosa. Y de todos los deportes, el dios fútbol. Así nos encontramos que hay que hablar de distintas formas del deporte: del de alto rendimiento (el de la televisión y el que genera un mercado propio), y éste nada tiene que ver con el escolar o con el deporte para todos.

P. En el deporte de alta competición estamos muy bien y tenemos modelos ejemplares, individualmente y por equipos, pero, ¿como estamos en el deporte escolar y en deporte para todos?

R. En el deporte para todos se ha hecho un gran esfuerzo y ya son pocos los municipios que no ofrecen servicios adecuados, cumpliendo así una nueva función social: la del ocio o tiempo libre, además de otras. Pero en el deporte escolar hay un serio problema: que los niños abandonan cada vez más pronto su práctica presionados por la competitividad, por la presión, sobre todo, de unos padres que cuando fueron niños no tuvieron la preparación adecuada para formar parte de los elegidos por los equipos de su colegio.

El mejor entrenador

Luis Solar, además de profesor de futuros licenciados de Educación Física, ha sido un grandísimo entrenador de balonmano. Y esto de entrenar le apasiona quizá por aquello que decía el pedagogo Antonio Marina de que "el profesor es ante todo un entrenador que juega en el mismo equipo que sus alumnos, nunca frente a ellos". "Dirigir personas", comenta Solar, "no es sólo una habilidad innata, sino la consecuencia de un proceso formativo. Siempre he considerado que el entrenador, el gran entrenador, es un director; es o puede ser un pedagogo especializado en recursos humanos que trabaja en condiciones límites, un director de personal pedagogo a quien se le encomienda el progreso técnico-táctico de un grupo humano, que debe rendir a cien por cien de sus capacidades individuales o grupales en situaciones de dura competencia y enfrentamiento directo. Pero si al entrenador que dirige un grupo profesional de deportistas se le deben exigir resultados inmediatos, no podemos ni debemos trasladar el modelo a la escuela o al deporte de formación. Exigir desde luego es más fácil que enseñar y en la escuela, sobre todo, se enseña y se juega, no se exige ni castiga" .

Le preocupa que Euskadi no tenga "nada claro" qué modelo deportivo seguir. "Por una parte queremos copiar de los modelos nórdicos y ser los primeros en renta per capita, en calidad de vida y en servicios sociales, y también los primeros en deporte para todos", apunta. "Pero queremos también ser líderes en deporte de alta competición, que es a lo que aspiran los países en vías de desarrollo porque necesitan de la imagen del deporte. Incluso se aplican distintas políticas en cada uno de nuestros territorios".

Otro de sus lamentos es que hoy los niños "en lugar de hacer deporte con libertad lo hacen por imposición de sus padres, como estudiar matemática, y de la obligación los niños se deshacen en cuanto pueden".

"Viandar", comer, beber y disfrutar

El mercado de las revistas gastronómicas cuenta con un nuevo miembro. Viandar, editada por Juan Carlos Ercoreca y dirigida por Mikel Ceberio, pretenden dar a conocer el prolijo mundo de la gastronomía de forma amena y ágil. En definitiva, su intención no es otra que abrir el universo gastronómico no sólo a los profesionales del sector, sino también a esa masa creciente de aficionados a las cosas del comer y el beber.Su nombre evoca ya algunas de sus intenciones: rememora las viandas y sugiere el viaje y la caminata, aprender viajando y disfrutando con los placeres gustativos. En sus 96 páginas hay un poco de todo. Rutas turísticas, artículos sesudos y de fondo, entrevistas en profundidad,secciones como la llamada Como niños que pretende impulsar la educación culinaria en la escuelas o Comer bien de lata, que abordará cada mes, diferentes opciones para convertir este tipo de comida no sólo en algo rápido, sino suculento.

Los grandes manjares, que no significan necesariamente los más caros, se analizarán en un apartado denominado el Producto diez. También tocará múltiples aspectos del mundo vitivinícola, sobre todo aquellas bodegas menos conocidas. Ofrecerá información puntual de los mejores restaurantes y sus recetas más emblemáticas, sin desdeñar la cocina sencilla que se sirve en las tascas.

Entre sus colaboradores se cuentan destacados profesionales como Carlo Petrini, presidente de Slow Food International; Carlos Falcó, marqués de Griñó; Andrés Proensa, gran conocedor del mundo del vino, y periodistas como Lorenzo Díaz o Pepe Iglesias.

Viandar se distribuye en quioscos y librerías de toda España (también se puede optar por la suscripción) con una tirada inicial de 55.000 ejemplares y a 575 pesetas.

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