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Una tarde a puro cuento

Distintas personalidades de la ciudad narraron historias para niños en un maratón literario en la Casa de Vacas

Había una vez... un cuento. No uno, sino muchos: tantos como para sucederse ininterrumpidamente, desde las doce de la mañana hasta las ocho de la tarde de ayer, en las voces de políticos, escritores, actores y voluntarios que se acercaron a la Casa de Vacas del Retiro. Fue un día a puro cuento.Las historias con moraleja seleccionadas por los narradores para esta jornada, denominada Cuenta un cuento por el mundo, respondían a una consigna básica: herederos de la más antigua tradición oral y verdaderas herramientas contra la imaginación adormilada, los relatos no pasan de moda y pueden ser un vehículo ideal para educar a los niños en los valores.

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, dio la señal de salida en este maratón, auspiciado por la ONG Manos Unidas. El protagonista de su relato fue un "pez payaso" irremediablemente gracioso, del que todos se burlan en el fondo del mar. Después de una serie de peripecias, el bufón marino descubre que puede administrar un circo para ganarse la vida, y allí, sin rencores, dará empleo a sus congéneres.

El de la concejal de Personal, Begoña Larraínzar, fue un relato participativo, en el que los pequeños reprodujeron onomatopeyas varias cada vez que se mencionó un animalito. El cuento, que pone de relieve el valor de la generosidad desmedida, refiere las penurias de una niña en un país azotado por la sequía. Con sólo un jarro de agua y su madre enferma y sedienta, la protagonista imaginaria no duda en compartir la preciada bebida con los animales que se cruzan en su camino. Uno de los beneficiarios de la generosidad de la niña resulta ser un ángel poderoso que hace surgir de la tierra seca un manantial del que todos pueden entonces beber hasta saciarse.

Quien se sumó luego a la reunión fue la hija del payaso Miliki, Rita Irasema. Eligió para compartir con los niños un relato de su padre, encarnado por vehículos y camionetas con nombre propio, todos integrantes de la Familia de los Coches, alimentados con suculentas comidas "de buen octanaje" y con un "carburazón" dispuesto a dar amor. Fue un cuento que regaló ingenio a través de los juegos de palabras y al mismo tiempo invitó a rescatar los valores de la familia.

Montserrat del Amo, escritora infantil, hizo gala de su arte con la historia de Majú, un pescador hambriento que le perdona la vida a un pequeño habitante del mar atrapado en su anzuelo cebado. El pececillo, agradecido, ayuda luego al pueblo de su amigo cuando una flota invasora avanza por la bahía. Y no es que el minúsculo bicho pueda hacer algo por sí solo, sino que, por él convocados, los habitantes del mar trabajan en conjunto y forman una barrera inexpugnable.

La voz del escritor Antonio Gala marcó el cierre del maratón literario. En su relato presentó a una egocéntrica acróbata que sólo podía "sentir en círculos sobre ella misma", del mismo modo que realizaba sus volteretas. Con un accidente de por medio y la solidaridad manifiesta de sus compañeros del circo, la mujer descubre la importancia de preocuparse por quienes la rodean.

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Colorín colorado, los cuentos han terminado. Parten entonces los niños, con rostros pintados de colores, sombreros de globos y la imaginación saciada.

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