Aznar recibió a Mauricio en La Moncloa para evitar la derrota
El miércoles pasado empezó mal para las relaciones entre el Gobierno y Coalición Canaria. El secretario general del PP, Javier Arenas, dio plantón al portavoz del Grupo Canario, José Carlos Mauricio, y este último declinó entrevistarse con el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos. Fue el portavoz parlamentario de CiU, Josep López de Lerma, quien le ofreció sumarse a las 11 enmiendas que al día siguiente iban a presentarse en el pleno del Senado, suavizando el texto de la Ley de Extranjería pactado antes entre populares y nacionalistas.Mauricio dijo que las enmiendas le parecían bien, pero rechazó suscribirlas, alegando que ya decidiría cuando la ley volviera al Congreso. La negativa del PNV y Grupo Mixto a prestar su firma impidió que el PP y CiU presentasen sus enmiendas y, en la confusión, incluso la única propuesta de CC fue rechazada.
El apoyo canario parecía imposible pero, a esa misma hora, Mauricio desayunaba en La Moncloa con el presidente José María Aznar. En aquella cita, que el Gobierno no quiso confirmar, está la clave del acuerdo. No en la Ley de Extranjería, sobre la que no se ha negociado desde entonces.
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