Suspense en la Liga argentina

El River ya tiene el grito listo en la garganta. Le lleva tres puntos de ventaja al Boca y al Rosario Central y con sólo empatar hoy frente al San Lorenzo (0.15, Canal+, en diferido), en la última jornada, será el campeón del Torneo Apertura del fútbol argentino. Esta nueva conquista, la número 28 de su palmarés local, podría hacer aún más legítimo ante los demás clubes el título de "campeón del siglo" que celebraron los millonarios hace dos semanas. Por si hiciera falta algo más para mantener a sus aficionados en estado de pasión continua, un River campeón cortaría la serie de dos torneos consecutivos conseguidos por el Boca y que le impediría alcanzar el tricampeonato. El Boca aspiraba a igualar la marca conseguida por el River en la temporada 1996-97.El River tiene el grito último, final, definitivo, contenido en la garganta y todos los miedos en el cuerpo. José María Aguilar, un alto cargo de la directiva del River, advierte de que "hay gente muy poderosa que quiere que River pierda". Según Aguilar, "el negocio que haría la televisión si es necesario ir a un partido de desempate", es una razón muy poderosa.

Sin embargo, haa sido el Boca el que reclamó públicamente por qué el entrenador del San Lorenzo, Óscar Ruggeri, decidió anticipar las vacaciones de algunos de los titulares del equipo, y no poner en el campo a los mejores. Entre quejas, acusaciones, lamentos y excusas, se han deslizado también promesas de primas para los jugadores rivales de los tres equipos involucrados en la lucha por el título. La llamada "incentivación" está prohibida por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que la considera un delito.