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Olatz Zugasti publica disco y Matamala actúa en Getxo

Del sueño más agradable a la inclemente pesadilla. Nadie sabe cómo va a discurrir la noche cuando uno se acuesta, pero dormir es una actividad imprescindible que, cuando se resiste, hay que alcanzar contando ovejas o escuchando nanas. Y estas últimas llenan, precisamente, el nuevo disco de Olatz Zugasti (Hernani, 1965) para el sello donostiarra Elkarlanean.El álbum en cuestión se titula Bulun bulunka y se grabó bajo la supervisión técnica de Jean Phocas, mientras que Angel Unzu, Zugasti y el veterano cantautor Benito Lertxundi se repartieron las tareas de producción. Compaginando la labor de los cuatro, Bulun bulunka ha llegado al mercado como una colección de 14 canciones de cuna que, en su mayoría, avanzan con la misma parsimonia que guía los dedos de la artista guipuzcoana entre las cuerdas de su arpa. Sólo así puede lograrse el candor, la dulzura del arrullo capaz de guiar hasta los brazos de Morfeo.

Voz, arpa, teclado, mandolina, percusión, clarinete, bouzouki, chelo, acordeón y flauta crean la ambientación adecuada para una serie de composiciones tradicionales recopiladas en los cancioneros de Resurrección María de Azkue y de Aita Donostia. Con esas piezas añejas conviven otras de más reciente creación, obra de Mixel Labeguerie, Etxahun Iruri y la propia Olatz Zugasti. Ése ha querido que sea el contenido de su disco la cantante de Hernani.

Movimiento "mod"

Por otra parte, la sala Gwendolyne de Getxo, recientemente reinaugurada, acoge esta noche (22.00) la actuación de un grupo estrechamente relacionado con el movimiento mod. Allí, el conjunto catalán de power pop Matamala ofrecerá su última actuación del año a lo largo de una velada en la cual el conjunto getxotarra Funk Sinatra ejercerá de telonero.

El concierto de esta noche supondrá el reencuentro de Matamala con un público vasco que, a nivel underground o alternativo, ha seguido con interés la carrera de sus integrantes desde que convulsionaran el panorama mod cuando respondían al nombre de Brighton 64. Pero eso sucedió en los años ochenta. En la presente década la banda ha publicado tres elepés y ya prepara un cuarto que, según el guitarrista Albert Gil, "es un poco continuista, aunque habrá más textos en castellano".

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