Listos y listas
EL PSOE aprueba el martes sus candidaturas para las legislativas. Han surgido problemas en varias federaciones, pero, como casi siempre, es en la madrileña donde la cosa está más complicada. Algo parecido ocurre en Izquierda Unida.La lista presentada por el Comité Regional del PSOE madrileño ha sido votada por apenas el 40% de sus miembros; el resto se abstuvo. No es una buena carta de presentación ante el electorado que los candidados sean vistos con recelo por el 60% de quienes los designan. Hay situaciones llamativas. El coordinador del programa, Manuel Escudero, figura en el puesto 17º, por detrás del umbral más optimista de elegibilidad. ¿Es un síntoma de la muy relativa importancia que se da a las ideas en general y al programa en particular? ¿O se trata sólo de poner en su lugar a alguien que se alineó con Borrell en las primarias? La dirección ha dicho que son situaciones corregibles en el Comité Federal del día 21. Pero el problema surge sobre todo de la dificultad de hacer compatibles criterios de paridad y renovación con los de representación de sectores, corrientes, familias.
Nada apasiona tanto en los partidos como las listas. Primero, porque la política se ha profesionalizado, y de figurar en un puesto o en otro puede depender el medio de vida del candidato en cuatro años. Segundo, porque es la forma más obvia de reconocimiento de la tarea del militante por parte de su organización: su autoestima depende del lugar asignado. Pero dar entrada a un 50% de mujeres -en puestos elegibles-, a más jóvenes y a representantes de eso que en la cabecera electoral se define como progresistas sólo puede hacerse a fuerza de retirar muchos nombres de los que siempre estuvieron ahí. Y ya se sabe que todo el mundo da por buena la renovación mientras no le afecte personalmente.
Otro criterio ha sido el de incompatibilidades con otros cargos, que obligará a optar a figuras como el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, o el concejal Belloch. Criterio que debería completarse con el de dedicación exclusiva: asistir al Parlamento y participar en sus trabajos debería ser condición sine qua non para repetir como candidato. Y no debería bastar con haber pronunciado en público la palabra marrano para figurar en posiciones de salida.
En IU de Madrid, un sector ha amenazado hasta con movilizaciones ante la sede en protesta por las listas que propone la mayoría. Uno de los problemas es la ubicación de Frutos, secretario general del PCE, que teme quedar fuera del Parlamento si se aplica el criterio de colocar en el puesto dos, después de Anguita, a una mujer. De donde se deduce que en todas partes es más fácil votar en un Congreso de partido por la renovación y feminización de las listas que admitir ser renovado a la hora de confeccionarlas.
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