Annan admite que la ONU pudo haber hecho más para evitar la tragedia en Ruanda
La ONU debe pedir perdón por su "absoluto fracaso" para prevenir y detener la muerte de 800.000 personas en Ruanda durante la primavera de 1994, según un informe hecho público ayer. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, a quien se señala como uno de los responsables de los errores cometidos, difundió poco después un comunicado en el que expresaba su "profundo pesar" y reconocía "ese fracaso en nombre de la ONU".
Ésta es la segunda ocasión, en el plazo de un mes, en que la ONU lleva a cabo un profundo examen de conciencia y asume sus responsabilidades acerca de los errores cometidos en el pasado. El pasado 15 de noviembre, otro informe de la organización internacional reconoció que la caída de Srebrenica y el papel representado por la ONU en la guerra de Bosnia fue "uno de los más grandes y dolorosos errores" de su historia."La causa del absoluto fracaso en Ruanda fue la falta de recursos y la falta de voluntad política" a la hora de actuar para prevenir y detener el genocidio, afirmó Ingvar Carlsson, exprimer ministro de Suecia y presidente de la Comisión de Investigación Independiente que ha redactado el informe. El documento traza en 50 páginas las responsabilidades de todos los actores que estuvieron implicados en ese fracaso, primero de forma general, y luego de forma más concreta. Según este informe se cometieron errores de juicio y análisis, de descoordinación y de falta de voluntad en los distintos órganos de la ONU, desde el secretariado general al Consejo de Seguridad, pasando por los Estados miembros de la organización.
A continuación, el texto cita al entonces secretario general, Butros Butros-Ghali, por no dar la señal de alarma al Consejo de Seguridad, no esforzarse en ejercer más presión para reforzar la Misión de Naciones Unidas para Ruanda (Unamir) e impedir a varios funcionarios informar al máximo órgano de decisión de la ONU.
El actual secretario general de la ONU, Kofi Annan, entonces jefe de las operaciones de mantenimiento de la paz, es considerado responsable de no evaluar correctamente las necesidades de la Unamir y de no calibrar de forma suficiente la información que recibió sobre la posible comisión de matanzas en masa.
El Consejo de Seguridad, por su parte, actuó de forma pasiva y redujo las tropas de la Unamir cuando estallaron las matanzas, y sólo aumentó su número cuando ya había terminado el genocidio, algo que "siempre será muy difícil de explicar", aseguró ayer Carlsson en una conferencia de prensa.
Bélgica también es juzgada responsable por haber ordenado la retirada unilateral de sus tropas en la Unamir, lo que fue respaldado por EEUU. El Gobierno de Washington fue citado también por Carlsson, ya que se negó durante semanas a reforzar la intervención humanitaria de la Unamir. Carlsson afirmó que por ese "absoluto fracaso" la ONU y la comunidad internacional "deben pedir perdón a Ruanda".
"Nunca más"
Tras expresar en un comunicado su "profundo pesar", Annan dijo "aceptar las conclusiones" del informe. "De todas mis metas como secretario general, no hay otra con la que me sienta más comprometido que la de hacer que la ONU nunca más vuelva a fallar en la protección de la población civil cuando se perpetre un genocidio o un asesinato masivo", aseguraba la nota por el secretario general.
El portavoz de la ONU, Fred Eckhard, afirmó que Annan ha hecho mucho más que pedir perdón al "expresar su profundo pesar y arrepentimiento". Eckhard aseguró que Annan ya ha tomado medidas para corregir algunos de los errores detectados dentro del secretariado de Naciones Unidas, y recordó que que existió una "falta de voluntad política" de los Estados miembros.
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