Turquía y la UE
Fue la coma que aseguró el acuerdo. Pero sin eso y una diplomacia certera no se habría conseguido que Turquía tomara en Helsinki la sabia e histórica decisión de aceptar la apertura de conversaciones y negociaciones para una futura adhesión a la UE. (...) Javier Solana, el nuevo coordinador de la política exterior europea, hizo un gran esfuerzo con Ankara para persuadir a su suspicaz Gobierno de que la oferta presentada por la UE era aceptable. Solana ha demostrado que posee las muchas cualidades necesarias para llevar con fuerza y con tino la delicada tarea que tiene entre manos.Sin embargo, fue una calculada dosis de ambigüedad lo que salvó el día. La ingeniosa coma, insertada en la cláusula principal, le permitió convencer a los turcos de que la expresión "a finales del 2004" se refería a la fecha en que la UE revisaría la situación y no marcaba un plazo para que se alcanzara un acuerdo que pusiera fin a las disputas territoriales y políticas de Ankara y Atenas. La autoridad adquirida por Solana en sus cuatro años al frente de la OTAN le ayudó también para persuadir a Ecevit, el veterano primer ministro turco, de que debía aprovechar esta ocasión.
Nadie, ni siquiera en Ankara, espera que la adhesión ocurra pronto, pero el simbolismo es muy importante en las culturas ancestrales, y a Turquía ya no se le ha cerrado la puerta, algo que es de estricta justicia para un país que pidió la entrada hace 36 años. Así se refuerza el papel de los políticos reformistas en Turquía. (...) La cumbre de Helsinki ha contribuido de forma muy notable a la estabilidad del Mediterráneo oriental.
, 15 de diciembre
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