Los profesores de los institutos públicos mantienen la presión sobre el nuevo equipo de Enseñanza

La escuela secundaria pública quiso mostrar ayer a la nueva consejera de Enseñanza de la Generalitat, Carme Laura Gil, que las espadas siguen en alto. Varios miles de alumnos y profesores, 2.000 según la Guardia Urbana, se concentraron durante una hora en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para exigir más recursos destinados a abordar el nuevo modelo educativo y para manifestarse contra el desprestigio de la escuela pública en beneficio de la privada concertada.

La concentración, la segunda de un calendario que comenzó el pasado 24 de noviembre, fue organizada por los sindicatos UGT, CC OO, CGT y USTEC-STES, y contó con el apoyo del Sindicato de Estudiantes. Los profesores realizaron una parada técnica de tres horas para poder asistir a la concentración. En esta ocasión, sin embargo, no se sumaron los colectivos de profesores agrupados en torno a la APSDEP, surgidos de la Plataforma del Vallès, que son abiertamente críticos con la reforma educativa. El principal argumento de los profesores es la "dualización creciente de la red educativa", en el sentido de que el actual sistema de escuela pública y privada concertada provoca una concentración y segregación de cierto tipo de alumnos en los centros públicos. En el comunicado conjunto de la Plataforma Sindical Unitaria se piden cambios en la normativa de preinscripción y matriculación "para garantizar la integración educativa sin ninguna selección en todos los centros que reciben fondos públicos".

Los sindicatos quieren asimismo que la Administración realice "un auténtico control de los fondos públicos destinados a educación" y que se dote a los centros de los recursos necesarios para afrontar "los nuevos retos educativos", y reivindican también una mejora de las retribuciones de los profesores, que en Cataluña, según un estudio elaborado por FETE-UGT, perciben sueldos inferiores a la media nacional del sector.