El Deportivo ofrece una clase maestra

Asentado en la cima del campeonato, el Deportivo hizo ayer dejación de sus responsabilidades y se encomendó a su solvencia para deshacerse de una Real tan voluntariosa como incapaz. El conjunto gallego, acostumbrado a imprimir a su juego altas dosis de tensión y movimientos de precisión diseñados para fabricar goles sin esfuerzo, se presentó en Anoeta sin nervio ni profundidad. Lo que en principio pudo explicarse como un bloqueo transitorio acabó convirtiéndose en una declaración de principios: el Deportivo no estaba dispuesto a extraerse de su indolencia para borrar a un rival lastrado por sus dificultades para acercarse con determinación al área.Todos los esfuerzos de la Real Sociedad se estrellaron contra la defensa gallega, perfectamente asentada y dirigida por Donato. Convertida en frontón, la línea defensiva del Deportivo disuadió una y otra vez a los donostiarras, que nunca estuvieron en disposición de proponer velocidad o ideas para esquivar el problema. Clemente ha sabido dotar a su equipo de cantidades ingentes de voluntad, trabajo y sacrificio. Por correr, corre hasta De Pedro, ubicado ahora en el centro del campo y encargado de repartir juego a los delanteros. Ayer, De Pedro se agotó corriendo tras los centrocampistas rivales y éstos apenas sudaron para cortar de raíz cualquier iniciativa del zurdo.

El Deportivo sólo jugaba para ver rodar el balón, sin fijarse demasiado en Alberto. Lo suyo era tocarla; lo de la Real, robarla en ocasiones y correr. El conjunto de Irureta, apelmazado y estático, jugaba sin rumbo, en horizontal, ninguneando a Djalminha y Makaay. Este último se borró del encuentro porque sobraba. Djalminha, en cambio, trató de participar a pesar de que sus compañeros habían decretado fiesta para los delanteros.

A la media hora de juego, Irureta, fuera de sus casillas, abroncaba a sus jugadores. Le respondieron con más de lo mismo. Con el juego atascado en el centro del campo, una jugada estúpida acabó por premiar la serena indiferencia del Deportivo. Un centro destinado a perderse en la nada rebotó en Guerrero y dio los tres puntos al líder.

El de Guerrero resultó el único error defensivo de todo el encuentro y no deslució la actuación de sus compañeros. Pero el Deportivo ofreció una clase maestra de economía de medios para afianzarse en el liderato. Ayer no le tocaba jugar.