Samaranch no teme declarar en Washington sin inmunidad

Juan Antonio Samaranch no le tiene miedo al FBI. Al menos eso aseguran personas de su entorno, que le sitúan más dolido que sorprendido ante lo que considera una campaña emprendida por Estados Unidos contra él y el Comité Olímpico Internacional. El viernes conoció que no goza de inmunidad diplomática en su inminente viaje a Washington -el miércoles declarará ante el Congreso de EEUU sobre la elección de Atlanta como sede de los Juegos del 96- y que, por tanto, puede ser detenido nada más descender del avión por el FBI, que solicita desde hace meses su presencia para interrogarle por el escándalo de corrupción que rodeó la designación de Salt Lake City como anfitrión de los Juegos de Invierno de 2000. Pese a la advertencia al respecto que le llegó el viernes, Samaranch está tranquilo. Su intención sigue siendo declarar el miércoles ante el Congreso y hacerlo también, pero después, en enero o en febrero, ante la policía federal estadounidense.Según el entorno de Samaranch, las informaciones sobre el "interés" del FBI se deben especialmente a que después de nueve meses de investigaciones no han encontrado ningún dato más de los que se han publicado y son conocidos. Pero no existe temor por parte del presidente de que pueda sucederle algo desagradable. Para justificar esta tranquilidad, dichas fuentes aducen que el propio COI, tras destaparse el escándalo de Salt Lake City, montó rápidamente su investigación y que de ahí salió la expulsión de 10 miembros. En el máximo organismo olímpico existe la convicción de que se reaccionó con más celeridad incluso que las instancias políticas y policiales, por lo que no se le puede exigir más.

Lo que más le duele a Samaranch, sin embargo, son las continuas alusiones que en EEUU se hacen a su pasado político.