_
_
_
_
LA LEY DE EXTRANJERÍA

CiU arranca al PP más derechos para los inmigrantes legales a costa de los 'sin papeles'

Miguel González

La Comisión Constitucional del Senado aprobó ayer, con los exclusivos votos del PP y CiU, la proposición de Ley de Extranjería, sustancialmente modificada con más de un centenar de enmiendas pactadas entre esos dos grupos. El nuevo texto, que requiere una mayoría absoluta en el Congreso para quedar refrendado, es mucho menos generoso con los inmigrantes que el aprobado por unanimidad en la Cámara baja el pasado 25 de noviembre, pero no llega a los extremos restrictivos que pretendía el Grupo Popular con las 112 enmiendas que presentó el martes.CiU ha arrancado importantes mejoras para los inmigrantes legales -sobre todo, en comparación con la vigente ley de 1985-, a los que se reconoce, por ejemplo, el derecho al reagrupamiento familiar, que no será potestativo de la Administración, así como el ejercicio de los derechos de asociación, reunión, manifestación, sindicación y huelga, entre otros, en las mismas condiciones que los españoles.

Más información
La izquierda acusa a Pujol de "salvar la cara" al Gobierno
Lo que queda de la Ley de Extranjería
Las organizaciones sociales dejan el consejo consultivo del Gobierno sobre la inmigración

Los grandes sacrificados del pacto han sido, sin embargo, los extranjeros en situación irregular, a los que el proyecto inicial pretendía equiparar parcialmente con los inmigrantes legales, basándose en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y a los que sólo se reconoce el acceso a la sanidad, la educación obligatoria y las prestaciones sociales básicas, que ya estaban en el texto del Congreso y ni siquiera el PP se atrevió en enmendar.

El mecanismo de regularización permanente de todos inmigrantes que puedan acreditar dos años de permanencia en España desaparece. En su lugar, se dará la residencia legal a quienes hayan tenido un permiso temporal y lo renovasen en una ocasión, en vez de dos como propuso el PP. A esta medida no podrán acogerse los inmigrantes que llegan en patera ni los que entran con un visado turístico y luego se quedan. Unos y otros tendrán que seguir en la clandestinidad, pues el PP y CiU han endurecido el capítulo de sanciones, incluyendo la expulsión de irregulares, lo que no figuraba en el texto que aprobó el Congreso.

El portavoz del Grupo Catalán, Josep López de Lerma, justificó el olvido de los sin papeles alegando que ninguna ley puede premiar su incumplimiento y que "no existe ningún país en el mundo al que uno pueda entrar ilegalmente y tener derechos".

El otro punto del proyecto que preocupaba especialmente al Gobierno era la necesidad de justificar la denegación de visados, lo que abría la vía a los recursos judiciales. El nuevo texto se remite a la Ley de Procedimiento Administrativo, que permite recurrir cualquier acto de la Administración, aunque esta remisión resulta poco útil, ya que los tribunales difícilmente pueden juzgar una decisión sin conocer el motivo por el que se ha tomado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El Grupo Catalán ha conseguido que en dos supuestos, como excepción, haya que motivar la denegación del visado: cuando afecte a permisos de residencia para reagrupación familiar o se disponga de una oferta de trabajo por cuenta ajena.

El pacto se cerró a altas horas de la madrugada del viernes, durante una reunión que se celebró en la sede central del PP, entre López de Lerma, el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, y el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Luis de Grandes, en contacto telefónico con el subsecretario de Interior, Leopoldo Calvo-Sotelo.El acuerdo se plasmó por la mañana en el Senado, donde CiU apoyó 71 de las 112 enmiendas del PP. Otras 35 fueron transaccionadas y cinco más retiradas; entras ellas, la disposición adicional que modificaba la Ley de Asilo y Refugio de 1994.

El portavoz popular en el Senado, Estaban González Pons, se mostró satisfecho del acuerdo, pese a reconocer que se han rebajado sus enmiendas. López de Lerma se felicitó por haber "reconducido" el giro regresivo que el PP pretendía dar a la ley, consiguiendo un texto que "apoya la integración social de los inmigrantes" y reduce "la discrecionalidad" de la Administración.

El resultado, agregó, es una "fotocopia borrosa" de la proposición que CiU presentó en el Congreso en 1998, por lo que todos sus objetivos "se han cumplido". Tras negar cualquier relación entre este acuerdo y el respaldo del PP catalán a la investidura de Jordi Pujol, concluyó: "Lo único que nos ha dado el Gobierno son quebraderos de cabeza".

A la búsqueda del voto de Coalición Canaria

El Gobierno y CiU han decidido mantener una enmienda a la Ley de Extranjería para el pleno del Senado de la semana próxima: la referida al Consejo Superior de Política de Inmigración, en el que participan las Comunidades Autónomas. En realidad, populares y nacionalistas catalanes ya han decidido que dicho órgano, en contra de lo que aprobó el Congreso, tenga carácter consultivo, aunque para el Gobierno será preceptivo escucharlo. Si ayer no aprobaron esa transaccional, como hicieron con las restantes, es para que sirva de percha a otra propuesta de Coalición Canaria, que ha pedido la creación de una comisión bilateral para estudiar previamente las medidas sobre inmigración que afecten al archipiélago. El Gobierno todavía no ha conseguido el apoyo de CC, cuyos cuatro votos son imprescindibles para que la versión reformada de la ley sea ratificada por el Congreso. El portavoz del Grupo Canario, José Carlos Mauricio, ya ha sugerido que, en estas circunstancias, su apoyo se cotiza al alza.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_