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Los Verdes envía al Banco de España un informe sobre graves anomalías en la gestión de Cajasur

Los Verdes de Andalucía presentó ayer en el Banco de España en Granada dos voluminosos tomos con copias de documentos que supuestamente demuestran la comisión de numerosas irregularidades en Cajasur entre 1988 y 1997 que habrían causado a la entidad pérdidas superiores a los 1.100 millones. Entre ellas figura la compra de un piso de lujo en Marbella por parte del presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, al representante de una sociedad inmobiliaria que había pedido un crédito que la entidad, un año antes, incluyó entre su deuda incobrable. Cajasur negó ayer las irregularidades.

Francisco Garrido, portavoz federal de Los Verdes, dijo que actuaba como intermediario y eludió un pronunciamiento sobre elcontenido de los documentos, cuyo origen no quiso revelar. Otra copia ha sido enviada a la Consejería de Economía y Hacienda."Nos ha parecido una documentación solvente. Suponemos que se han dirigido a nosotros porque no tenemos ninguna representación en las cajas. Las denuncias deben ser investigadas y si el Banco de España encuentra responsabilidades penales enviarlas a la Fiscalía", dijo.

En total son ocho las irregularidades a que se refieren los dos tomos y en todos los casos el relato de los acontecimientos va respaldado por una amplísima documentación.

Una de las anomalías se refiere a la compra en 1996 de un piso de 183 metros cuadrados en Marbella por parte del presidente de Cajasur, Miguel Castillejo y sus cuatro hermanas a la compañía, con sede en Gibraltar, Norword Limite, representada por Harry Ohayon. Ohayon no era un desconocido. Unos años antes, en nombre de la sociedad española Pueblolindo, solicitó un crédito de 12 millones de pesetas que Cajasur, ante la imposibiidad de cobrarlo, incorporó en 1995 a su lista de fallidos.

Cinco de las supuestas anomalías se centran en la Costa del Sol y se refieren a créditos hipotecarios concedidos por Cajasur a empresas inmobiliarias para financiar distintas urbanizaciones que fueron desembolsados sin las cautelas necesarias y que implicaron fuertes quebrantos económicos. La responsabilidad recae en todos los casos en los representantes que Cajasur tenía entonces en la zona.

Este es el caso de un préstamo concedido en 1989, en Mijas, a López Hombrados SA por valor de 1.111 millones. Varias de las certificaciones de obra que justificaban el avance de los trabajos fueron falsificadas. Cajasur, que elevó a pública la conclusión de la obra, tuvo luego que rectificar mediante otra escritura. El quebranto fue de unos 700 millones.

Otro hecho sorprendente fue la simulación de un robo en una sucursal de Cajasur en Algeciras por parte del segundo jefe de la unidad de inspección de la entidad. Tras varios testimonios contradictorios y la misteriosa reaparición de los 9 millones el empleado fue despedido. La investigación policial, sin embargo, no prosperó. La esposa del inspector que tramitó la denuncia fue contratada por Cajasur.

Entre los beneficiados del aparente caos en la concesión en la concesión de préstamos figura Promociones Lorcrimar que en 1997 consiguió 541 millones de pesetas pese a que su única garantía eran las 500.000 pesetas de su capital social.

Juan Palma, subdirector de Relaciones Institucionales de Cajasur, dijo ayer que las denuncias no le merecían "crédito alguno, sobre todo siendo anónimas" y culpó de la filtración al PSOE. Palma agregó que en 1994 ya se dio publicidad a varias de estas supuestas anomalías a las cuales "el Banco de España dio cumplida respuesta". "Todas las denuncias fueron archivadas y en el caso de Málaga los empleados despedidos", enfatizó.

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