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Las mujeres del PSOE promueven una única ley sobre la violencia doméstica

,La diputada del PSOE Cristina Alberdi, en un foro celebrado en Sevilla sobre los malos tratos a mujeres, ha anunciado que las dirigentes socialistas promoverán que una única ley aglutine todos los aspectos de la violencia doméstica. "Queremos que estén recogidas, de forma explícita, todas las respuestas y formas de actuar para poder abordar sin fisuras este tipo de violencia. Ahora, hay respuestas parciales, o una deformación evidente en la judicatura, en donde distintos órganos judiciales hacen valoraciones también distintas sobre un mismo caso".

La ley, insiste la diputada socialista, debe ser el instrumento inequívoco para modificar también las actitudes sociales. "Eso se consigue cuando el Estado legisla y hace propuestas precisas para que el ciudadano no pueda dudar que la violencia de género es algo perseguido, que se castiga", dice. De la misma opinión es la filósofa Amelia Valcárcel, consejera de Educación en el Principado de Asturias con el anterior Gobierno socialista. Valcárcel insiste: "Es necesario conseguir un marco general que sirva de referencia pedagógica en la enseñanza con el fin de modificar los valores de niños y niñas.".

Esta profesora de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Oviedo, ahonda en el discurso político y cree que "el feminismo es una vía de perfeccionamiento de la democracia". Niega que este tipo de violencia sea esporádica. "Es sistemática", precisa. "El hecho de que exista, debería avergonzar a la sociedad. Es el Estado, que representa al conjunto social, el que debe intervenir con todos los mecanismos a su alcance, no sólo policiales y judiciales, también educativos e informativos para elaborar una nueva moral en la que podamos desenvolvernos como individuos, independientemente del sexo", concluye.

Miedo al cambio

Miguel Lorente Acosta, profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada, y autor de un libro titulado Consecuencias y características de las agresiones a las mujeres, opina que hay dos factores fundamentales para que esta violencia, que él también considera sistemática, se produzca: el primero, y fundamental, señala Lorente Acosta, es que los hombres le tienen miedo a una nueva sociedad y por tanto, dice, "no quieren renunciar a la situación de privilegio que tienen". La forma que tienen los hombres para atajar "esta rebeldía" de las mujeres es emplear la violencia. El segundo factor importante que interviene en este fenómeno, desgraciadamente tan de actualidad en España, es que "la sociedad no reconoce lo que está ocurriendo como algo que le afecte realmente", destaca Miguel Lorente. "La sociedad española lo considera un problema menor, parcial; que afecta sólo a las mujeres".

De la gravedad de la situación, según este médico forense, hablan las agresiones por sí mismas. "Todas van más allá del puro daño. No son consecuencia de un mal momento o de un arrebato", reitera. En el fondo, los hombres que agreden a las mujeres persiguen dejar claro su estatus Por tanto siempre habrá una próxima vez en la agresión", concluye Miguel Lorente.

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El problema, entonces, es cómo acabar con la violencia de género. Y en esto, tanto Alberdi como Valcárcel o Lorente, coinciden en que se necesita esa ley para que la sociedad actúe de forma homogénea. "Sólo así se conseguirá cambiar".

"Que se vea"

Otro de los aspectos que destacaron los participantes en el foro es la necesidad de hacer patente la violencia. "Lo importante, ahora, es que se vea", afirma, segura, Amelia Valcárcel. "Es muy desagradable, pero es bueno que se vea... Antes existía igual, y no era visible. Además, es imprescindible que las imágenes de la violencia cometida con mujeres se expliciten y difundan; cuanto más mejor".

Según esta profesora universitaria, la sociedad está tan acostumbrada a una "violencia aséptica" que ya no reacciona. Hay que dar el salto, dice; y, en el caso de las mujeres, mostrarla en toda su crudeza para romper el cliché.

Mostrar el ensañamiento, es bueno, insiste Valcárcel. "A ver si nos damos cuenta de una vez y nos avergonzamos. Esta sociedad no puede permitirse lo que está ocurriendo con las mujeres". La respuesta, además de policial y jurídica, ha de ser ideológica. "Y para cambiar de ideología tenemos que removernos por dentro", puntualiza.

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