El jefe de Gobierno de Andorra promete grandes infraestructuras para que no se repita el colapso

El Gobierno andorrano no desea que se vuelvan a producir situaciones como la vivida en este puente de la Constitución, en el que miles de compradores y esquiadores, amén de ciudadanos del país, se vieron atrapados en un enorme atasco circulatorio que llegó a colapsar en las horas punta las principales vías del Principado. El jefe del Gobierno de Andorra, Marc Forné, apuntó ayer que los problemas de tráfico pueden paliarse en el futuro con la entrada en servicio del túnel de Envalira, con la construcción de un metro aéreo y con accesos junto a las pistas de esquí.

Forné explicó que más de 15.000 coches accedieron el lunes al país pirenaico, 10.000 por el sur y unos 5.000 por El Pas de la Casa, lo cual originó colas de hasta 40 kilómetros. El jefe del Gobierno andorrano pidió ayer a los turistas que hoy, cuando finaliza el puente de la Constitución, intenten abandonar Andorra entre las dos o las tres de la tarde o a partir de las diez o las once de la noche. Ayer por la mañana se volvieron a registrar retenciones en los accesos a Andorra, aunque no tan importantes como los del lunes. La hora punta se produce a primera hora de la mañana y a las cinco de la tarde, cuando la mayoría de los esquiadores abandonan las pistas de esquí y circulan por el centro de Andorra la Vella. Sobre los proyectos de futuro, Fornés precisó que situaciones como la del lunes sólo pueden paliarse, pero no solucionarse totalmente. El metro aéreo, indicó, puede descongestionar el centro comercial de Andorra, igual que los accesos directos a las pistas. También reiteró que es necesaria la colaboración entre los Mossos d"Esquadra y la policía de Andorra. El pasado fin de semana ya se puso en marcha un dispositivo especial de control de tráfico y entró en funcionamiento el centro de coordinación.

La construcción de algunas de las grandes infraestructuras de comunicación ya se ha iniciado, como el túnel d"Envalira -que se espera que capitalice una parte del tráfico proveniente de Cataluña por la zona de la Cerdanya y la frontera de El Pas de la Casa-. Otras empezarán a construirse en los próximos meses: se trata de un metro aéreo que enlazará Sant Julià de Lòria con el centro comercial de Andorra la Vella y Escaldes-Engordany en una primera fase y hasta las zonas próximas a las estaciones de esquí en una segunda. Este ambicioso proyecto se está estudiando desde hace algunos meses y ya están a punto de acabarse los últimos estudios de viabilidad. También se prevé que en los primeros meses del próximo año empiecen las obras de un helipuerto en La Rabassa, y en ese mismo año, que se autorice la entrada en funcionamiento del aeropuerto internacional de Andorra, situado en las proximidades de La Seu d"Urgell o en Alp, dos zonas próximas a la frontera.

En el interior de las zonas céntricas del país se prevé también la construcción de nuevas zonas de aparcamiento, uno de los mayores problemas actuales incluso para los ciudadanos del país (Andorra es el Estado europeo con una tasa de vehículos per cápita más alta), y se ha iniciado un plan viario que requiere la construcción de más de 30 túneles.

A pesar de todas las obras de ampliación y mejora de la actual red de carreteras que se han previsto, el alto grado de urbanización de Andorra y la topografía del terreno imposibilitan milagros, porque en los últimos años, según datos de la Agència de Mobilitat, se ha detectado un crecimiento anual del tráfico de un 5%. A pesar de todo se espera mucho de la entrada en funcionamiento de un Centro de Información y Control del Tráfico, que dispondrá de 11 cámaras en diferentes puntos del país, los más conflictivos en horas punta; paneles de información a los usuarios, detectores y estaciones meteorológicas en todas las carreteras; prevé semáforos centralizados y coordinados y, en un futuro, inteligentes. Desde el centro se podrá controlar e informar a los conductores de las previsiones de tiempo de recorridos concretos.