La policía carece de pistas del grupo que intentó atracar un furgón blindado
La policía no ha detenido todavía a ninguna persona por el intento de atraco a un furgón blindado de la empresa Auxiliar de Seguridad (Auxysegur) en la madrugada del sábado en el centro comercial Parquesur. La Brigada Judicial investiga ahora el tipo de explosivo utilizado por los asaltantes para intentar volar el vehículo y analiza el casquillo de bala, del calibre 9 milimetros parabellum, que éstos dejaron cuando se produjo el tiroteo.El intento de atraco se produjo en la madrugada del sábado. El furgón blindado acababa de recoger la recaudación de una de las tiendas del centro comercial Parquesur de Leganés (173.000 habitantes). Cuando el vehículo se paró en un ceda el paso de la avenida del Rey Juan Carlos I, en el barrio de El Carrascal, los atracadores hicieron explosionar un artefacto de gran potencia, que no alcanzó al furgón. La densa niebla que cubría toda la zona les impidió ver el punto exacto en el que se hallaba al causar la explosión.
Los vigilantes jurados se bajaron a comprobar el estado del vehículo. En ese momento, los atacantes abrieron fuego contra ellos. Éstos desenfudaron sus armas y repelieron la agresión, tras lo cual volvieron a montar al vehículo y continuaron camino. La explosión fue de tal potencia que se oyó en gran parte del municipio y causó un cráter de 40 centímetros de ancho en la calzada.
La policía dirige sus investigaciones hacia bandas de albanokosovares o de italianos que sean especialistas en este tipo de golpes. Los agentes de la Brigada de Policía Científica han analizado durante el fin de semana los restos del explosivo para determinar su composición y la cantidad que utilizaron. Fuentes policiales explicaron que, si la explosión hubiera cogido de lleno al blindado, "éste habría saltado por los aires".
La empresa propietaria del blindado sufrió este verano un robo en el aeropuerto de Málaga. En menos de cinco minutos, cinco encapuchados armados con metralletas y otras armas automáticas entraron en la terminal de carga del aeródromo y se llevaron 537 millones en divisas y una partida de diamantes. Las investigaciones apuntan hacia un grupo internacional de corte mafioso.
El asalto se produjo el 31 de agosto, a primera hora de la mañana, cuando los vigilantes de la compañía facturaban 11 sacas para un vuelo a Francfort (Alemania) y otro a Zúrich (Suiza) en presencia de otro vigilante de Prosegur. Hubo dos disparos, pero sólo resultó herido uno de los guardias, que fue golpeado con la culata de un revólver.
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