Los partidos vascos muestran en la calle sus distintas opciones para mantener la tregua

Los partidos vascos salieron ayer a la calle en respuesta a la convocatoria realizada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para exigir a ETA que mantenga la tregua. Pero lo hicieron mostrando con claridad las diferentes opciones que sostienen para hacer posible la paz. Las concentraciones habían sido convocadas bajo el lema Necesitamos la paz, pero HB y su entorno acudieron exhibiendo sus propias consignas. El Gobierno, por su parte, lanzó ayer un duro ataque al Partido Nacionalista Vasco (PNV), al que acusó de "legitimar y animar a ETA" con sus propuestas soberanistas, según dijo el ministro portavoz, Josep Piqué.

La convocatoria lanzada por Ibarretxe consiguió reunir ante las instituciones vascas a representantes de todo el espectro político vasco y a miles de ciudadanos. Pero las concentraciones también sirvieron para poner de relieve las diferencias que los separan a la hora de determinar el camino que debe conducir a la paz. Frente a la apelación mayoritaria a ETA para que abandone las armas, Herri Batasuna y las organizaciones de su entorno, que acudieron a los actos portando fotos de presos etarras y pancartas a favor de la independencia, vincularon el logro de la paz a la consecución de una "democracia vasca". En la concentración que tuvo lugar ante la sede del Parlamento vasco, en Vitoria, los representantes de HB, encabezados por Otegi, se colocaron tras una pancarta en la que se leía: "Construyendo la paz. Euskal Herria tiene la palabra y la decisión", y exhibieron una foto del preso Josu Ternera, lo que provocó que los representantes de PSE y PP, que portaban lazos azules, se alejaran a otro lugar. El lehendakari, en una declaración leída en la tarde de ayer, se mostró satisfecho por la respuesta de la sociedad vasca, incluida HB. "Todos han dicho a ETA que no se inmiscuya en el proceso político", aseguró Ibarretxe. Mientras se celebraban las concentraciones en todo el País Vasco -otros actos para exigir a ETA que mantenga la tregua se celebraron en otros muchos lugares de España- los grupos políticos del Parlamento de Vitoria fracasaban en el intento de consensuar una declaración institucional para exigir a los terroristas el fin definitivo de la violencia, tal y como pretendió el presidente de la Cámara, Juan María Atutxa. El Gobierno, por su parte, dio ayer una dura respuesta al PNV tras la declaración que su dirección aprobó el pasado jueves, en la que ofrecía un pacto a EH para fijar como objetivo la plena soberanía. En su comparecencia tras la celebración del Consejo de Ministros, el portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, acusó al partido que preside Xabier Arzalluz de haber entrado en una "dinámica suicida" y de "legitimar" a ETA al pretender frenar a la banda con concesiones de política soberanista. El portavoz gubernamental apuntó que, consciente o inconscientemente, el PNV ha incurrido en algún tipo de "complicidad" con la banda terrorista. En la madrugada del viernes, ETA dio por terminada la tregua que ha mantenido durante los últimos 14 meses, según anunció en el comunicado que dio a conocer el pasado domingo. Las fuerzas de seguridad están desde ese momento en estado de máxima alerta, tanto en España como en el sur de Francia, donde los servicios antiterroristas han sido severamente reforzados. Coincidiendo con esta situación, una treintena de empresarios guipuzcoanos han recibido cartas de extorsión en las que ETA les exige la entrega de dinero.