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ETA ROMPE LA TREGUA

Los partidos contrastan en la calle sus diferentes opciones ante el anuncio del final de la tregua

La convocatoria del lehendakari Ibarretxe consiguió reunir ayer en el mismo escenario, por primera vez, a representantes de todos los partidos vascos, desde el PP a HB, y a miles de ciudadanos de todas las ideologías en demanda de la paz, pero no llegó a ser la concentración unitaria que buscaba el Gobierno vasco. Los partidos mostraron es estos actos sus distintas opciones para mantener la tregua de ETA. Estuvieron al lado, pero no juntos. Frente a la apelación mayoritaria a la banda para que abandone definitivamente las armas, HB y las organizaciones de su entorno, que acudieron con sus propias pancartas y carteles con fotografías de presos etarras, vincularon el logro de la paz a la consecución de la "democracia vasca".

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Acosados por Jarrai

Los actos celebrados ante las instituciones autonómicas, las diputaciones y los ayuntamientos de las tres capitales vascas fueron los más concurridos, pero concentraciones del mismo tipo se celebraron en multitud de ayuntamientos, centros sanitarios y escolares y empresas de la comunidad autónoma, secundando la llamada del lehendakari Ibarretxe. Las características de la convocatoria -concen-traciones silenciosas de cinco minutos, al mediodía de un día laborable y en ubicaciones dispersas- hicieron que la respuesta, aunque multitudinaria, resultara menos visible que en ocasiones anteriores.En Vitoria los escenarios elegidos fueron el Parlamento vasco, la sede presidencial de Ajuria Enea y el Ayuntamiento. En Ajuria Enea el ex lehendakari José Antonio Ardanza flanqueó al actual presidente, Juan José Ibarretxe, en un acto silencioso que congregó a un millar de personas. Más numerosa fue la concentración ante el Ayuntamiento, donde se reunieron cerca de 5.000.

En la concentración ante el Parlamento, la imagen de unidad quedó cuestionada por la escenografía. PNV y EA se situaron tras la pancarta oficial -"Bakea Behar dugu" (Necesitamos la paz)-, los representantes de EH lo hicieron tras un cartel que pedía "decisión para Euskal Herria", y PSE y PP se quedaron en medio, bordeados por unas doscientas personas de las asociaciones de presos de ETA.

Juan María Atutxa (PNV), presidente de la Cámara autonómica, portaba junto con los dirigentes de su partido y los de EA e IU la pancarta oficial del acto. Junto a ellos, y en un lugar determinado por la Presidencia del Parlamento, estaba el portavoz de HB, Arnaldo Otegi, acompañado por otros líderes de su formación. Sostenían una pancarta diferente en la que se leía "Contruyendo la paz. Euskal Herria tiene la palabra y la decisión". Uno de los parlamentarios de HB, José Antonio Extxebarria, levantaba en su mano la foto del también parlamentario y preso preventivo de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera.

Los representantes del PSE y del PP fueron invitados por Atutxa a situarse detrás del lema oficial, pero rechazaron la invitación por la cercanía de la foto de Ternera. Nicolás Redondo y Carlos Iturgaiz, al igual que los demás representantes de sus formaciones, se congreraron, por tanto, sin pancarta. Todos ellos lucían lazos azules.

A la vez, desde Gestoras pro Amnistía y Jarrai se reclamaba "Euskal Herria tiene la palabra" y se pedía amnistía para los presos de la banda. fotografiados en los carteles que portaban.

Tras los cinco minutos de silencio, que concluyeron con aplausos, llegaron momentos de cierta tensión, en los que se dieron gritos contra el PP y a favor de los presos.Otegi se recreó con la "imagen muy gráfica" que se acababa de producir. De un lado estaban, dijo, "los familiares de los presos", de otro "las formaciones que mostraban su deseo de democracia y paz", y por otro, "los que quieren la guerra", en referencia al PP y PSOE. "En el centro estaban los que quieren la guerra, lo que se han pasado 14 meses deteniendo y torturando, y los que han puesto del cadáver de Geresta encima de la mesa. Son la Falange Española refundada a las puertas del siglo XXI", dijo el líder de HB, quien recordó que la condición de ETA para no volver a matar es "que Euskal Herria pueda decidir su futuro democráticamente".

En Guipúzcoa, la escena fue casi idéntica. Dos millares de personas se concentraron en los jardines de Alderdi Eder de San Sebastián exhibiendo igualmente pancartas con mensajes opuestos. Los concejales del PP y PSOE portaban una que decía "San Sebastián exige la tregua indefinida", y los ediles de EH otra en la que se leía, en euskera, "Construyendo la paz". Terminó la concentración y unos prorrumpieron en aplausos y otros profirieron gritos a favor de los presos de ETA. En Vizcaya, las dos concentraciones más numerosas tuvieron lugar frente al edificio de la Diputación, en plena Gran Vía bilbaína, y ante la casa consistorial.

Esta información ha sido realizada por Naiara Galarraga, Pedro Gorospe, Aitor Guenaga y Aurora Intxausti

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