El alcalde de Sueca dice que el Consell oculta el análisis de vertido al Júcar
Veinte días después de la primera aparición de centenares de peces muertos en un tramo del río Júcar próximo a la localidad de Sueca, todavía sigue sin hacerse público el resultado de los análisis practicados a las vísceras de algunos ejemplares para determinar qué producto químico provocó la asfixia de barbos, carpas y tencas recogidos en el agua.El alcalde de Sueca, Alfred Guillem, mostraba su extrañeza por el retraso, tras afirmar que resulta "muy sospechoso" que no le pasen los análisis tras solicitar reiteradamente sus resultados a la Consejería de Medio Ambiente. Al parecer, los resultados definitivos no serán facilitados hasta dentro de dos semanas por el Instituto Anatómico de Madrid y el Centro de Investigaciones Toxicológicas de Barcelona.
El desastre ecológico se ha agravado durante los últimos días porque la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) "no envía el caudal ecológico" que el río necesita para mejorar la calidad de sus aguas, según denuncian los alcaldes de la zona. Ante la presión ejercida por los municipios de Sueca, Riola y Fortaleny el Comisario de Aguas del Júcar, Pedro Carmona, ha garantizado la salida del embalse de Tous de unos 12 metros cúbicos por segundo, pero Guillem considera que es insuficiente porque "el 90% o 95% de ese agua va a parar a la Acequia Real del Júcar".
Río o basurero
El fuerte hedor que desprenden las aguas contaminadas del río lo sufren especialmente los 1.700 vecinos de Riola, cuyas casas se levantan a escasos metros del cauce. Su alcalde, Juan Pascual Garcó, se quejaba ayer amargamente de que el Júcar, en lugar de ser una fuente de riqueza, "se está convirtiendo en un basurero". Los pocos peces que sobreviven abren sus bocas en la superficie para inhalar el oxígeno que le falta al agua del río. "He pedido 10 o 12 veces que limpien el río y que envíen agua, pero no hacen caso", denunció ayer Gascó, impotente ante la fuerte degradación que experimenta el Júcar.
Los agricultores de la Ribera que riegan sus huertos y parcelas directamente del río muestran también su preocupación por la calidad de sus próximas cosechas.
La contaminación del Júcar fue detectada el pasado 12 de noviembre cuando una espuma blanca flotaba en el paraje conocido como el Azud de Cullera, situado a tan solo un kilómetro del núcleo urbano de Sueca. Las primeras muestras del agua contaminada analizadas por el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil arrojaron unos índices de 0,86 miligramos por litro de oxígeno, porcentaje insuficiente para la supervivencia de la fauna acuática.
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