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La asociación gitana de Vitoria acusa de racismo a la Ertzaintza

"Actitudes xenófobas y sin escrúpulos" por parte de la Ertzaintza y temor a "represalias" de los agentes son las consecuencias que ha tenido, según la asociación gitana de Vitoria, el procesamiento del líder del colectivo, Bartolomé Jiménez, por una falta de desórdenes públicos. Condenado a una multa de un mes tras una denuncia del Departamento de Interior por una reyerta en la que participaron cerca de 400 personas, el juicio contra "el gitano más respetado de toda Euskadi" ha originado una repulsa que afecta a la "honorabilidad" de un pueblo, según la entidad vitoriana.Gao Lacho Drom, la asociación gitana de Vitoria, sostiene que el juez ha atendido sólo la versión ofrecida por los policías acerca de una reyerta que se produjo el 26 de mayo en el barrio de Sansomendi y en la que participaron cientos de personas, sin tener en consideración los testimonios del propio acusado.

La denuncia interpuesta por la policía autonómica, que derivó en un juicio celebrado el 18 de septiembre en el Juzgado de Instrucción número 4, contiene "difamaciones y mentiras" contra Jiménez. La asociación entiende que estas acusaciones provocan "la indignación en lo más profundo de nuestro pueblo". Gao Lacho Drom constata asimismo la existencia de actitudes "xenófobas y sin escrúpulos" en la Ertzaintza y teme que alguno de sus miembros "pueda seguir buscando problemas" y teme que se produzcan "represalias".

Versión antagónica

La interpretación de los hechos constatada por la juez en su fallo y por los agentes que intervinieron en la operación es diametralmente opuesta a la que manifiesta Jiménez en su declaración. La sentencia refleja que tres patrullas se acercaron a la calle Antonio Machado en donde había "una reyerta entre personas de etnia gitana". Al llegar comprobaron que había un cristal roto y restos de sangre en un portal, y al preguntar a los presentes qué había ocurrido les respondieron que era "cosa de gitanos".

El incidente se originó por un incendio provocado dentro de un garaje próximo que había afectado a varios vehículos, suceso del que acusaban a dos jóvenes de la zona.

La sentencia describe cómo ambos hombres eran acosados en el momento en que llegó la policía por un grupo entre 300 y 400 personas. Los ertzainas se interpusieron entre perseguidores y perseguidos, lo que provocó diversos forcejeos, golpes y amenazas contra los policías. Bartolomé Jiménez, después de exhortar al grupo de vecinos para que se fuera del lugar, se dirigió a los agentes con frases como "si queremos os matamos a todos" o "si salís vivos de aquí habréis vuelto a nacer". La juez condena a Jiménez a un mes de multa, en una sentencia que ha sido apelada por el colectivo gitano al entender que se les ha otorgado a los agentes "un plus de credibilidad" frente a otros testigos.

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