El alcalde pide que se abran narcosalas en más ciudades, "no sólo en Madrid"

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, del PP, manifestó ayer que el plan de abrir una narcosala para toxicómanos en el poblado vallecano de Las Barranquillas, elaborado por la Comunidad con apoyo del Estado, ambos también del PP, debe extenderse a otras ciudades. Hace días dijo que el proyecto no le gustaba y hoy la comisión antidroga que él preside debe decidir si apoya este dispositivo.

"Las narcosalas no pueden situarse sólo en un lugar, de forma aislada, sino en el conjunto de España y de la Comunidad", aseguró Álvarez del Manzano durante la inauguración del mercadillo navideño de la Plaza Mayor. "No vale que siempre sea Madrid la que dé el paso adelante, aunque yo estoy orgulloso de que lo sea, pero el resto de los ayuntamientos deben ser solidarios porque, si no, el experimento será inútil", añadió el regidor. "También es importante que el proyecto se haga bien y no precipitadamente", concluyó.José Cabrera, gerente de la Agencia Antidroga de la Comunidad, de quien dependerán las narcosalas, se mostró ayer confiado en que el Ayuntamiento vencerá sus reticencias iniciales y aprobará hoy, en la comisión municipal antidroga, la apertura de estas unidades de venopunción. "Estoy seguro de que el Consistorio verá con buenos ojos el dispositivo porque todas las cuestiones técnicas que nos planteó están superadas y porque se trata de un recurso necesario que ha logrado el consenso social", afirmó.

Estos puntos limpios de inyección pretenden ofrecer a los toxicómanos más desarraigados, los que se pinchan en descampados y alcantarillas, un lugar para consumir drogas en buenas condiciones sanitarias.

La narcosala de Las Barranquillas será la primera de España y contará con un trabajador social, médicos y enfermeros. El Plan Nacional sobre Drogas, del Ministerio del Interior, que subvenciona esta experiencia piloto, tiene previsto extenderla a otras comunidades si en Madrid sale bien.

En estos dispositivos se facilitará a los usuarios jeringuillas desechables, agua destilada y toallitas y se les enseñarán formas de consumo menos lesivas. Su objetivo final es atraer a la red asistencial a drogodependientes que están muy alejados de ella.

En estas salas los toxicómanos podrán analizar las papelinas adquiridas para conocer las principales drogas y sustancias adulterantes que la componen. Lo que no podrán saber, porque requeriría un análisis más exhaustivo, es en qué cantidades están presentes dichas sustancias en cada dosis.

¿Qué ocurre si un drogodependiente acude a la narcosala con una papelina adulterada con una sustancia peligrosa? Cabrera explica que será él propio usuario quien tome una decisión, pero que se le facilitará todo el apoyo para que no tema el síndrome de abstinencia. "Tendremos una furgoneta para, en esos casos, poder llevar a esa persona a un centro sanitario o de emergencia donde le den medicación para evitar el mono", añade.

La Agencia Antidroga espera inaugurar esta sala, que costará de 70 a 80 millones, en el primer trimestre del 2000. Está previsto que abra 12 horas diarias, aunque la Unión Nacional de Asociaciones de Atención al Drogodependiente (UNAD), que agrupa a 300 entidades de todo el Estado, reclama que funcione todo el día, según Servimedia. La Agencia proyecta habilitar otra narcosala móvil pero sin plazos.