El IV encuentro de poetisas exalta en Málaga a Sophia de Mello y Pizarnik
"No se trata de establecer cuotas fijas de participación por género; tampoco podemos decir que todas las escritoras estemos silenciadas por el sexo, pero es cierto que las mujeres aún tenemos que acudir a este tipo de reclamos para llamar la atención sobre personas y obras que son ignoradas por la oficialidad". Bajo este pragmático corolario la poeta -poetisa, reivindica ella- Aurora Luque coordina hasta el sábado junto a la profesora y traductora de griego María López Villalba el IV encuentro de poetisas. Esta jornada itinerante réune a nombres como Juana Castro, Ana Rosetti, Concha García, Isla Correyero, Chantal Maillard, Rosa Lentini, Esperanza Ortega, María Navarro, María Eloy García, Noni Benegas, Isabel Montalbán, Sharon Keefe o María Victoria Atencia. Además de encuentro entre creadoras de diferente ideología, estética y origen, la cita se ha convertido en un espacio para llamar la atención sobre obras básicas de la lírica contemporánea aún cantadas en voz baja: las de la argentina Alejandra Pizarnik, de cuyo suicidio hace ahora 27 años, y la de la portuguesa Sophia de Mello, que ganó el Premio Camoens, un equivalente al Cervantes en el idioma portugués. La exquisita colección Capitel de poesía -un último ejemplo de la tradición impresora malagueña- sacará ejemplares de ambas autoras con motivo del encuentro. Precisamente un verso de Pizarnik, El deseo de la palabra, sirve como lema a esta edición del encuentro cuyos contenidos son casi modelo de la ortodoxa heterodoxia de lo periférico.
Aquí también se destacan a autoras olvidadas, como Rosa de Gálvez, una dramaturga ilustrada malagueña que junto a una obra escandalosa para su época pasa por haber sido hija bastarda de Carlos III y amante de Godoy.