El hotel Sheraton de Bilbao será un gran cubo de nueve plantas inspirado en Chillida

El nuevo hotel de lujo de la marca Sheraton en Abandoibarra tiene su primer boceto: será un gran cubo de nueve plantas, inspirado en las obras del escultor Eduardo Chillida. El edificio estará coronado por una torre y tendrá cerca de 220 habitaciones y un ático con piscina y gimnasio. Los promotores, dos familias bilbaínas, han cerrado el acuerdo con la cadena estadounidense Starwood, que lo gestionará durante 25 años, pero no entrará en el accionariado.

El complejo hotelero, que requerirá una inversión de 4.000 millones de pesetas, empezará a construirse a mediados del próximo año y su denominación será "Hotel Abandoibarra Tercer Milenio", según avanzó ayer el portavoz de las familias Demir e Ibarra, propietarios de la instalación, "aunque habrá que añadirle la marca Sheraton". La primera imagen del futuro edificio, cuya puesta en marcha está fijada en las navidades de 2001, fue presentada ayer por el alcalde bilbaíno, Iñaki Azkuna, y el arquitecto del proyecto, el mexicano Ricardo Legorreta.Legorreta se ha inspirado en las obras de Chillida, por quien confesó sentir una gran admiración tanto a su obra como a su persona. Por ello, ha diseñado "una escultura a escala urbana" con un espacio central vacío "que invita más a cruzar el hotel que a pasarlo junto a él", como una manera de integrarse en el futuro barrio de Abandoibarra. Expresó su intención de que sea una obra "que represente la cultura local".

Legorreta, que realiza en Bilbao su primer trabajo en Europa, quiere un material pétreo en la construcción, "de gran riqueza, con algo de color y peso", aunque reconoció que todavía no lo ha elegido.

Ático con piscina

El profesional mexicano, quien colaborará con los arquitectos vascos Cristina Pérez Iriondo y Eduardo Aurtenetxea, ha ideado una torre "como remate" de un edificio donde "cada fachada es diferente". Las nueve plantas dispuestas -junto a un ático que podrá albergar suites, una piscina y un área de gimnasia- sumarán cerca de 220 habitaciones, además de un restaurante, cafetería, un salón de banquetes de 320 metros cuadrados, cuatro salas menores de reuniones y otra de usos múltiples. En total, 13.000 metros cuadrados de superficie útil, sin contar con el sótano, dedicado a aparcamientos y dependencias de los empleados.

Este primer boceto, que deberá ser examinado previamente por el argentino César Pelli -el diseñador de toda el área de Abandoibarra-, dará paso al primer anteproyecto y al proyecto definitivo.

Los promotores no tienen aún cerrado el presupuesto, puesto que dependerá también de los materiales de construcción que se empleen. Las previsiones actuales rondan los 4.000 millones de pesetas. Legorreta, quien se mostró encantado de trabajar con arquitectos de la talla de César Pelli, recalcó que un profesional debe diseñar los edificios para que cumplan con su propósito. Aseguró que "un buen edificio acaba siempre siendo un buen negocio" e instó a valorar la rentabilidad futura que ofrece cualquier obra de arte.

Las negociaciones con la cadena Starwood, propietaria de la marca Sheraton, están ya prácticamente ultimadas. En contra de lo que se barajaba en un principio, Starwood no participará en el accionariado del hotel, que en principio será copado al 100% por las familias Demir e Ibarra, propietarias de los terrenos ocupados por el museo Guggenheim y que recibieron como contrapartida el solar donde se ubicará el establecimiento. El acuerdo alcanzado fija la explotación por Sheraton durante 25 años.

El nuevo establecimiento será, junto al proyectado por la cadena Silken junto al Guggenheim, el tercero de la ciudad con la categoría de cinco estrellas, de la que actualmente sólo dispone el López de Haro.