Chávez divide a Venezuela en patriotas y 'realistas' y festeja el golpe de 1992

Hugo Chávez ha recurrido a la guerra de la independencia venezolana en su cada vez más agresiva campaña por el sí en el referéndum constitucional del próximo 15 de diciembre. El mandatario ha dividido a los venezolanos en patriotas (independentistas) y realistas (partidarios de España) para definir las dos posturas ante la votación. Además, se dispone a celebrar la intentona golpista de 1992. La ofensiva verbal del mandatario ha coincidido con el recrudecimiento del bombardeo propagandístico sobre el referéndum constitucional.Hoy, sábado, Chávez tiene previsto presidir diversos actos públicos para celebrar el séptimo aniversario del alzamiento militar de 1992 que, según han declarado sus compañeros de armas, entre ellos el parlamentario constituyente Francisco Visconti, el actual presidente planificó desde la cárcel después de haber fracasado en su primera intentona golpista, el 4 de febrero de 1992.

En las últimas dos semanas, Hugo Chávez ha utilizado con mayor frecuencia su uniforme militar y su boina roja. "Soy un hombre de batalla. Hoy me pongo las botas de campaña y desenvaino el sable. El contraataque será masivo e intensivo", advierte.

Chávez ha elegido la guerra de la independencia, -dirigida hace 190 años por Simón Bolívar contra la Corona española- como nuevo ejemplo ante el referéndum constitucional. El presidente Chávez dijo que "es la misma guerra de mucho tiempo", al dividir a Venezuela en dos: los patriotas que estaban con Bolívar y los realistas que estaban con los españoles. Desde ayer, para el presidente, los "patriotas" son aquellos que apoyan sus proyectos y los "realistas" los que rechazan la nueva Constitución.

Por su parte, la Iglesia católica, que hace un llamamiento por el voto de conciencia, no deja de criticar el proyecto constitucional. El presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, monseñor Baltazar Porras, atacó ayer a Chávez por haber acusado a la Iglesia de ser cómplice de la corrupción. "Es injusto corresponsabilizar a la Iglesia de la corrupción del país, y amenazar con echarle plomo si critica". El escritor Mario Vargas Llosa que ya leyó el texto constitucional ha dicho que si él fuera venezolano votaría por el no.