El presidente de Bancaixa quiere una caja fuerte y bien dimensionada

El presidente de Bancaixa, Julio de Miguel, defendió ante la asamblea general ordinaria celebrada ayer en Valencia la necesidad de "una entidad fuerte y adecuadamente dimensionada, capaz de mantener su autonomía y eficiencia frente a cualquier configuración del sector financiero y ante una demanda cada vez más sofisticada". De Miguel se mostró muy sensible al proceso de fusiones de bancos y de cajas en España que, según admitió, "sacuden el panorama del sector y confirman las transformaciones que se están produciendo en nuestro contexto". El presidente destacó, en su repaso de la evolución económica valenciana, la reducción del paro, mayor que en el resto de España, una menor inflación, y los saldos positivos en la balanza exterior. Fernando García Checa, director general de la caja, dijo que Bancaixa ha registrado en los nueve primeros meses del año un crecimiento superior a la media del sector en resultados, margen de explotación, inversión crediticia y recursos gestionados. Entre los logros más importantes cosechados por la caja, García Checa citó la integración de las oficinas del Sindibank, la apertura de 25 oficinas fuera de la Comunidad. Las prioridades de Bancaixa para el 2000, aprobadas por la asamblea, se concretan en la mejora del índice de eficiencia de la caja, la revisión del sistema de gestión comercial y de distribución, y el mantenimiento de la calidad de las inversiones, la solvencia y suficiencia de los recursos propios como exige el Banco de España.

En el turno de intervenciones, los sindicatos con representación en la caja de ahorros, criticaron la falta de acuerdo en las negociaciones del convenio, que está pendiente de su renovación desde hace dos años.