_
_
_
_
_
Tribuna:DÍA A DÍA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Freda o humida

La celebración moderna, el 25 de noviembre, del Día Internacional Contra la Explotación de la Mujer se asienta sobre una antiquísima fiesta valenciana de rasgos femeninos: hoy es santa Caterina, paisana de Cleopatra, cristianización de Hécate. Un hito destacado para el calendario natural, al aumentar el frío ("Per Santa Caterina, la neu per veïna") y para el agrícola, al clausurar la siembra ("Per santa Caterina, si tens blat, fes farina") e inaugurar la campaña de la aceituna ("Per santa Caterina, l"oli és a l"oliva").Se adivina por los indicios una diada de primer orden; santa Caterina tiene templos en Valencia -donde su campanario lunar mantiene un secreto idilio a voces con el solar Miquelet-, Alzira, Vilamarxant... fiestas en Jarafuel, Xert, Teulada... ferias en Monòver y Vila-real y en Vinaròs y Xàtiva: la festa de les Caterinetes, las niñas escolares. En Agres cantaban sin conocer la relación con la jornada: "Estes Caterinetes/ van per la paga/ i si no els donen res/ s"en va a casa". Son canciones de acapte y de petición de ofrendas, típicas también del pasacalle de Xàtiva: "Les Caterinetes juguen a boletes, /els Caterinots juguen a bolots".

En Xàtiva, con torro de gat, y en Vinaròs, con primes o pastissets hay comidas comunales y campestres, entre chanzas a padres y maestros y batallas campales con verduras, como en la Edad Media hacían los estudiantes, que la consideraban patrona. Ágapes colectivos, bromas a superiores y, sobre todo, el protagonismo de los marginados -en este caso doble: por mujeres y por niñas- son ritos propios del carnaval. Las Caterinetes eran un adelanto de la carnalidad; las necesarias acciones desacostumbradas para despertar la natura y que vuelva la vida: las simientes ya están enterradas y han de germinar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_