La estación del AVE del Vallès estará situada junto al Hospital General de Cataluña
Rubí se llevó el gato al agua y será la sede de la quinta estación catalana del AVE. El punto elegido es el situado junto al Hospital General de Cataluña, cerca de Sant Cugat y de los talleres de los Ferrocarrils de la Generalitat, según informó a los alcaldes de la zona el secretario de Estado de Infraestructuras, Albert Vilalta. Los ediles salieron contentos de la reunión porque Fomento ha aceptado el 99% de las alegaciones presentadas por los municipios. Las más importantes eran las referentes al municipio de La Llagosta, que ya no quedará partido por la nueva vía.
El AVE cruzará el Vallès, pero la herida que provocará su trazado será menor de lo inicialmente previsto. Al menos ésa es la opinión de los alcaldes de las poblaciones situadas en torno al recorrido de la vía, que hace un año presentaron un conjunto de alegaciones al proyecto realizado por el Ministerio de Fomento.La pasada semana, los alcaldes expresaron su preocupación. Las alegaciones habían sido presentadas hace un año y aún no habían recibido ninguna respuesta. Lo municipios de Rubí, Cerdanyola, La Llagosta, Mollet e incluso Barcelona, decidieron coordinarse ante el proyecto global y presentar un esquema alternativo también general. El proyecto que recogía las alegaciones fue encargado a la agencia Barcelona Regional, que las redactó y presentó hace once meses.
Uno de los principales problemas detectados era el giro previsto en La Llagosta para entrar y salir de Barcelona. El paso se hacía por el medio del único espacio libre que queda en el municipio con lo que cercenaba de raíz cualquier posibilidad de crecimiento, fuera residencial o industrial. Ya en la zona del Vallès, los municipios proponían eliminar algunas de las curvas del proyecto original. Fomento, según explicó Vilalta a los alcaldes, ha aceptado la mayoría de las sugerencias y las incorporará al trazado, que pronto será sometido al estudio de impacto ambiental.
Asimismo, Fomento admite la recuperación de la vía actual, apenas utilizada más que por mercancías. Este trazado, que va desde Mollet a Papiol, paralelo a la B-30, será convertido en un tramo de Cercanías con varias estaciones. Una de ellas estará junto a la del AVE y servirá también a Rubí, la otra estará en Sant Cugat y la tercera es la actual de Cerdanyola, al lado de la Universidad Autónoma.
Esta vía se convertirá, muy posiblemente, en el elemento que permita trazar una vía ferroviaria de circunvalación que, partiendo de la estación de plaza de Cataluña, vuelva al mismo punto tras recorrer la ciudad, pasar por Mollet, dirigirse a El Papiol y volver a Barcelona por el trazado paralelo al Llobregat, recorrido que también puede hacerse en sentido inverso. Uno de los asuntos sobre el que los municipios evitaron pronunciarse fue el relativo a la ubicación de la estación de alta velocidad. El motivo es evidente: ninguno de ellos estaba dispuesto a renunciar a las ventajas de tenerla en su término municipal. El resultado fue una triple propuesta.
Propuestas para la B-30
El proyecto de Barcelona Regional incorporaba la posibilidad de construir la estación en Cerdanyola, en Sant Cugat o en Rubí. Esta última opción ha sido la elegida por Fomento y era también la preferida por el Gobierno catalán.
Esta estación presenta algunas ventajas frente a las otras. La primera, la confluencia con la línea de Cercanías en Rubí; la segunda, el cruce con la línea de los Ferrocarrils de la Generalitat que unen la plaza de Catalunya con Terrassa, lo que supone un aporte adicional de pasajeros para la alta velocidad; la tercera, la cercanía de los talleres de los FGC, casi al lado, dentro de Rubí.
Los alcaldes tenían ayer un segundo motivo de alegría. Vilalta no sólo les confirmó la gratuidad de la B-30 para antes de las elecciones; precisó que la intención del ministerio es conseguir que entre en vigor con fecha de 1 de enero, ya que las partidas para la compensación a la concesionaria ACESA pertenecen a los presupuestos del año 2000, según explicó la alcaldesa de Mollet y diputada socialista Montserrat Tura.
Los municipios presentaron, además de las alegaciones al trazado del AVE, una batería de 11 propuestas para la B-30, en su mayoría nuevas conexiones y enlaces tendentes a suprimir el tráfico pesado por el interior de las poblaciones. La mayoría fueron aceptadas. Sólo quedó fuera la conexión entre la A-7 y la autovía del Llobregat. Fomento adujo la oposición de ACESA para esta obra.
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