Rescatados los siete espeleólogos bloqueados por el agua durante 9 días
No hubo drama, pero sí mucha emoción. Ayer, a las 13.15, el equipo de 150 personas que desde el pasado 12 de noviembre luchaba por rescatar a siete espeleólogos franceses atrapados por el agua a unos 100 metros de profundidad logró entrar en contacto con ellos en uno de los corredores de la gruta de Vitarelles, a unos cuatro kilómetros de su entrada. Los siete hombres aprisionados el 12 de noviembre por un brusco aumento del nivel de las aguas están en buen estado de salud.
El bloqueo se produjo cuando el Ouysse, el río subterráneo que recorre la gruta, creció enormemente a causa de unas precipitaciones que han causado 32 muertos y 4 desaparecidos en la región vecina a Carcassonne."Antes de sacarlos a la superficie [a los espeolólogos] han de ser alimentados convenientemente. Luego sabremos si pueden hacerlo por su propio pie o si hace falta ayudarles", explicaba el jefe de los servicios médicos mientras familiares y socorristas celebraban con champaña el final del rescate.
"Iban bien preparados, tenían comida y agua para resistir aún diez días más. Y a cien metros de profundidad la temperatura era de unos 12 grados y ellos llevaban material para aguantar el frío", contaba uno de los socorristas después de hablar con los espeleólogos.
A lo largo de los 10 días, Sébastien, Yannick, Jean-Claude, Nicolas, Laurent, Paul e Yvon han permanecido en una sala subterránea conocida como "la bóveda", un espacio de 40 metros de altura bajo techo que les permitió ponerse a salvo de un aumento del nivel de las aguas de más de 20 metros. "Nos hemos encontrado con dos de los espeleólogos", declaró uno de los miembros del equipo de rescate, "y estaban muy tranquilos, serenos. En realidad, casi podría decirse que son ellos los que han tenido que calmarnos. Parecía como si no tuvieran prisa, como si estuvieran seguros de que acabaríamos por encontrarles".
Difícil aventura
Lo cierto es que las catastróficas inundaciones que han padecido las regiones del Aude y Herault hicieron que la difícil aventura de la gruta de Vitarelles quedara en un modesto segundo plano durante varios días. Luego el trabajo minucioso de las perforadoras y la imposibilidad de comunicarse con personas separadas de la superficie por unas decenas de metros de roca han hecho que la opinión pública francesa se volcara hacia una operación de salvamento que se temía contrarreloj. No ha sido así. Ayer, las videocámaras ya facilitaban unas primeras imágenes de los "desaparecidos de la cueva", la mayor parte de los cuales trabaja para el Ejército o es militar. "Yannick lo sabe todo de los récords de resistencia bajo tierra, tiene en su cabeza todos los laberintos subterráneos de la zona y es un tipo meticuloso, organizado y tranquilo. Y está en excelente forma física", contaba uno de sus amigos. "El grupo es casi un comando militar", decía un espeleólogo enrolado entre los socorristas. "Eso nos hacía pensar que, aunque no recibíamos señales de ellos, iban a ser capaces de organizar su supervivencia". Y eso es lo que hicieron mientras esperaban que sus salvadores entraran en contacto con ellos.
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