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El cadáver de una mujer hallado en Gibraleón estaba seccionado y atado

El cadáver de mujer que encontraron dos hombres el pasado sábado mientras buscaban setas en Gibraleón (Huelva) estaba seccionado a la altura de la cintura, con la cabeza envuelta en un trapo anudado alrededor del cuello y las piernas atadas con jirones de bolsas de plástico.El cuerpo fue examinado ayer por tres forenses, aunque debido al secreto de sumario no se han hecho públicas sus conclusiones. Por el momento, los únicos datos sobre el cadáver son los ofrecidos por los dos vecinos de Punta Umbría que lo encontraron tirado al borde de una cuneta, apenas a un metro de un camino cercano a la autopista, en los alrededores de las Marismas del Odiel.

Juan José Mora, uno de estos hombres, aseguraba ayer que en un principio no sabían muy bien que era aquel bulto que encontraron entre las hierbas. Poco después se dieron cuenta de que era un cuerpo humano, cuando vieron las manos. El cuerpo estaba totalmente desnudo y seccionado limpiamente, siempre a juicio de Mora, y no parecía que alguna alimaña hubiera partido el cuerpo en dos con sus fauces o garras. Aunque el cuerpo sí había sido ya atacado por animales y le faltaban algunos dedos. También había rastros de mordiscos en las partes más carnosas, como las nalgas o los muslos.

La mujer tenía un brazo debajo del pecho y otro estirado sobre la hierba. Por supuesto, las causas de la muerte son aún un misterio, pero hay algunos detalles que ayudan a pensar que no se produjo de manera natural o plácida. La cabeza estaba totalmente envuelta en un trapo anudado al cuello, lo que también dificultó que los buscadores de setas lo identificaran como un cadáver en un primer momento. Además, las piernas estaban atadas con jirones de plástico.

Hasta que se haga público el resultado de la autopsia realizada ayer en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, no se sabrá con exactitud la fecha de la muerte. Mora afirmaba ayer que la mujer debía haber fallecido hacía ya semanas, a juzgar por el hedor y el estado de putrefacción del cadáver que hallaron. Uno de los pocos datos ofrecidos de manera oficial es que se trata de una mujer joven, ni adolescente ni madura, con una edad comprendida entre los 17 y los 27 años.

Por el momento, la unidad de judicial de la Guardia Civil ha pedido datos sobre las mujeres desaparecidas en toda esa zona de Andalucía e incluso de Badajoz, a la espera de obtener alguna pista que les ayude a hilvanar la investigación. Por el momento, parece seguro que no ha desaparecido ninguna joven en los pueblos de los alrededores, aunque con el tiempo que parece que ha pasado desde la muerte, el cuerpo podía haber sido trasladado desde cualquier sitio y tirado cerca de la autopista.

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