Pesar
Alucino. Leo con pesar la información de su diario sobre los rumanos que ¿habitan?, ¿residen?, ¿¡llenan!?, -"malviven" es la palabra que lo define- el poblado de San Roque. Y no me entristece tanto su miseria como el hecho de leer palabras del estilo de "expulsados", "alambrada que separa" y "vedada la entrada".¿Quién y cómo ha decidido qué personas reciben ayuda y cuáles no? ¿Acaso son menos personas, menos rumanos o menos exiliados?
Que las autoridades (y nosotros mismos, no lo olvidemos) no muevan el dedo por los que sufren lejos de nuestro alcance no es cívico ni moral, pero es "comprensible": nos cuesta más (o mucho). Pero no hacerlo por los que están al lado, cayendo además en un agravio comparativo, en una discriminación selectiva, es penoso.- .
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