Vilalta asegura que la B-30 será gratuita antes de las elecciones legislativas

La B-30 será gratuita antes de las elecciones generales previstas para la próxima primavera, según confirmó ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, Albert Vilalta. Al mismo tiempo, Vilalta aseguró que si el AVE no llega a Francia en el año 2004 se deberá a las reticencias que puedan plantear los franceses. "Los interesados en llegar somos nosotros, pero Francia tiene ya saturada la línea de Montpellier. De todas formas, nosotros estamos proyectando las inversiones con la hipótesis de que llegaremos a la frontera en el año 2004", añadió.

Albert Vilalta explicó ayer en Barcelona que el Gobierno ha abierto la puerta a la gratuidad de la B-30 con el decreto que autoriza a aplicar de forma selectiva la rebaja del 7%. Este descuento fue aprobado en el mes de abril en un paquete de medidas contra la inflación y modificado en octubre para permitir concentrar las rebajas en los tramos más necesitados. El decreto de octubre ha sido ya utilizado para alcanzar un acuerdo con ACESA sobre la gratuidad parcial de la A-7 en el tramo situado en torno a Tarragona. Esta medida entrará en vigor el 1 de enero. No hay fecha concreta, sin embargo, para la implantación de la gratuidad de la B-30. El Gobierno negocia en estos momentos con ACESA un convenio que le permita hacer algo similar con el peaje de Sant Cugat, y Vilalta sólo quiso reconocer que la medida se empezará a aplicar antes de las elecciones generales.

Baza electoral

La gratuidad de la B-30 ha sido reclamada por los ayuntamientos próximos a esta vía, incluido el de Barcelona, que la prevé como un cinturón que aligere su tráfico interior. Las cámaras de comercio de Manresa, Sabadell y Terrassa han reclamado la desaparición de un peaje que, afirman, grava la actividad económica de sus comarcas. Todos los partidos políticos, incluido el PP de Cataluña, se han manifestado a favor de la eliminación del peaje de Sant Cugat. El PP cuenta ahora con esta baza para las próximas elecciones.

Albert Vilalta celebró ayer una reunión con los contratistas catalanes para avanzarles las inversiones previstas para Cataluña en los presupuestos del año 2002. La cifra global que invertirán los departamentos del Gobierno es de 207.000 millones de pesetas, de los que 180.000 millones corresponden al Ministerio de Fomento o a empresas públicas dependientes de él. La cifra, subrayó Vilalta, supone un incremento del 47% respecto a las inversiones de Fomento realizadas en Cataluña en el año 1999 y representa el 16,5% de las inversiones totales del ministerio; una cifra, dijo Vilalta, adecuada a la población catalana.

La parte más importante es la del tren de alta velocidad y corresponde al GIF (Gestor de Infraestructuras Ferroviarias). Asciende a 76.000 millones de pesetas, que se reparten casi a partes iguales entre Barcelona (23.000 millones), Lleida (25.000 millones) y Tarragona (26.000 millones), con una pequeña partida testimonial para Girona.

A estas cantidades hay que añadir casi 20.000 millones de pesetas más para la red convencional de Renfe. Con ello, destacó Vilalta, por primera vez en casi un siglo el Estado invierte más en el ferrocarril que en la carretera, y ello es así tanto en Cataluña como en el conjunto de España.

Vilalta aseguró que este ritmo inversor permitirá que el tren de alta velocidad enlace Madrid con Lleida en el año 2002 y llegue a Barcelona y a Francia en el año 2004. No obstante, matizó, si hubiera algún problema en el enlace de la frontera, no se debería a retrasos en los trabajos en España, sino a los que pudieran producirse en el lado francés. Francia no tiene tanto interés como los españoles, explicó, en acelerar los trabajos para alcanzar la conexión en el 2004. Esto es debido, entre otros motivos, a que al norte de los Pirineos la vía ya está en estos momentos saturada porque las inversiones necesarias no cuentan con fondos europeos.

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