Villalonga reúne con urgencia a más de 400 directivos de Telefónica para elogiar su gestión

El presidente de Telefónica, Juan Villalonga, reunió ayer en la sede central de la operadora a más de 400 directivos de la compañía venidos de toda España con el propósito de aclarar las líneas maestras de su gestión y la política de remuneraciones. La reunión, convocada con carácter de urgencia durante la tarde del miércoles, fue una arenga a los directivos. Villalonga aseguró que le hubiera gustado repartir opciones sobre acciones (stock options) entre todos sus ejecutivos para "retener el talento" y prometió que Telefónica será el tercer grupo mundial del sector de las telecomunicaciones. Afirmó que no tiene "miedo" a fusiones y alianzas.

La reunión, convocada en la tarde del miércoles tras una conferencia telefónica que Villalonga mantuvo con los analistas de inversiones, comenzó a las nueve de la mañana en la sede de Telefónica en Madrid. Según un portavoz oficial de Telefónica, la intervención de Juan Villalonga fue "un mensaje hacia el futuro, un repaso a las principales áreas de negocio" y terminó siendo un elogio a la gestión y una explicación del plan de opciones sobre acciones para un grupo selecto de ejecutivos del grupo.Villalonga, quien no admitió preguntas de los presentes en el encuentro, aseguró que las opciones sobre acciones sólo persiguen captar y retener el "talento de los trabajadores de Telefónica" para evitar que se los lleve la competencia. Ante algo más de 400 directivos de toda España, añadió que si de algo se arrepiente es de que no hay habido stock options para 20.000 trabajadores.En la actualidad existen planes de opciones para 100 directivos del grupo, que se amplió después para otros 450, además de los existentes en las filiales Terra, Telefónica Internacional y TPI-Páginas Amarillas. El presidente de la operadora abordó la polémica de los programas de remuneración y zanjó la cuestión afirmando que "nosotros somos empresarios, no políticos", según asistentes a la asamblea.

Recalcó que esta polémica responde a una batalla política auspiciada por un grupo de comunicación, del que evitó dar el nombre. Sobre este grupo, dijo que si él lo hubiera dirigido, "a lo mejor lo habríamos multiplicado por diez", según varios asistentes a la reunión.

Villalonga subrayó que las acciones de Telefónica se han revalorizado un 315% desde 1996, cuando él llegó a la presidencia, mientras que el Ibex35 de la Bolsa de Madrid lo ha hecho en un 107%. Apoyado en esas cifras, acusó a la oposición parlamentaria de no querer reconocer la revalorización de la compañía en los últimos tres años. En un momento resaltó que le molesta que le pregunten dónde está cuando sale de España, porque siempre está creando valor para la empresa.

"Tenemos que dejar de pensar con mentalidad española porque la patria de Telefónica es el mundo", afirmó Villalonga y aseguró que su propósito es hacer que Telefónica sea el tercer grupo de telecomunicaciones del mundo. Para ello, no descartó fusiones y alianzas con otras compañías del sector. Según esas fuentes, Villalonga afirmó que no tiene "miedo" a fusiones porque "Telefónica es cada día más fuerte en el mercado" y se encuentra en mejores condiciones para negociar alianzas. "Hasta AT&T sabe que, estando en el mercado, cualquiera puede comprar", dijo. Aseguró que seguirá con las segregaciones en el grupo y que el proyecto de Terra se le podía haber ocurrido a cualquiera, pero que Telefónica lo hizo antes.