Pujol negocia con Mas y Duran la formación del futuro Gobierno

Jordi Pujol comenzó ayer a perfilar su futuro Gobierno. Artur Mas, consejero de Economía, y el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, virtuales sucesores de Pujol, fueron los primeros en despachar con el presidente de la Generalitat. No fue el primer contacto, pero sí el primer gesto que Pujol quiso hacer para evidenciar su equidistancia de ambos políticos. UDC quiere que su líder consiga una supercartera para estar bien situado en la carrera sucesoria de Pujol, en la que Duran deberá competir con Mas.

Tanto el líder de Unió como el consejero de Economía optaron por no realizar declaraciones tras sus entrevistas con el recién reelegido presidente de la Generalitat, con el objetivo de no alentar un debate público en los medios de comunicación sobre el contencioso político que mantienen. Un sector de Convergència se muestra contrario a que Duran presida un departamento de claro perfil político, de relevancia pública y poca gestión. "Si quiere ser consejero, que se queme como todos los demás", apuntan fuentes del partido de Pujol. Por su parte, Artur Mas se mantendrá al frente del Departamento de Economía y Finanzas, que en los próximos meses tendrá especial relevancia por las negociaciones sobre el nuevo modelo de financiación para Cataluña que debe aplicarse a partir del 2001.

Pujol ya avanzó en el consejo nacional que CDC celebró el pasado mes de septiembre que no consideraba a Mas su sucesor. Y ayer mismo lo demostró expresando su equidistancia política al reunirse en el mismo día con el consejero de Economía y con Duran Lleida. Aunque el presidente de la Generalitat no es partidario de crear vicepresidencias en su Gobierno, en CiU se considera está vía una buena opción para solucionar el contencioso entre ambos dirigentes. Por el momento, todas las opciones están abiertas, y en los últimos días destacados dirigentes de CDC, como Xavier Trias, se han pronunciado públicamente a favor de Mas como el candidato idóneo para suceder a Pujol.

El líder democristiano, por su parte, manifestó ayer a la cadena SER que está dispuesto a ser un diputado más si la oferta del presidente catalán no es convincente. Duran se niega a formar parte del Gobierno si no le ofrecen una supercartera política, ya que no considera suficientes las ofertas que ha recibido hasta el momento, que incluyen competencias en materia de bienestar social y de trabajo. El dirigente de Unió apuesta por dirigir un gran departamento que coordine diversas consejerías y asumir así competencias que ahora corresponden al Departamento de Presidencia de la Generalitat catalana.

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