Carod reclama el derecho de ERC a apoyar a Pujol para no quedar alineada con Maragall

Molesto porque la abstención de los diputados de Esquerra Republicana (ERC) en la investidura de Jordi Pujol como presidente ha sido interpretada mayoritariamente como un alineamiento con el bloque de derechas formado por CiU y el PP, el líder de los independentistas salió ayer en defensa de su posición. "¿Qué pensaban?", exclamó airado en una conferencia de prensa, "¿que ERC se añadiera para sumar 67 escaños encabezados por Pasqual Maragall? ¡Ya somos mayorcitos!".Carod no tuvo ningún inconveniente en explicar que el objetivo de su abstención era hacerle a CiU el favor que tanto habían reclamado los pujolistas desde el día siguiente de las elecciones autonómicas. Se trataba, dijo, de "evitar que CiU apareciera atada de pies y manos al PP". Y defendió su decisión, que tan sinceramente le ha agradecido Pujol, como un gesto de "responsabilidad y patriotismo".

Haciendo suya la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque, el secretario general de ERC, recordó que en 1995 los socialistas se abstuvieron también en la votación de investidura de Pujol. Aunque se olvidó de que entonces ERC, PP y PSC adoptaron idéntica posición: votaron no en el primer intento de investidura y obligaron a Pujol a ir a una segunda votación dos días después, en la que los tres grupos se abstuvieron.

Los dirigentes republicanos estaban ayer muy satisfechos de haber conseguido acercarse a CiU y mantenerse en una posición que, según cuál sea el resultado de las elecciones generales, puede abrirles la entrada en el Gobierno catalán. Carod rechazó rotundamente las críticas que los líderes de la izquierda, Pasqual Maragall y Rafael Ribó, lanzaron contra el balón de oxígeno que ERC dio a Pujol en la investidura y exigió que no se someta a su partido a "un proceso de criminalización" por no querer alinearse con la izquierda. Al contrario, reivindicó el derecho de los independentistas a "optar por su propia vía".

Carod afirmó que es ya hora de que "empiecen a darse cuenta a un lado y otro de que como mínimo hay tres bloques". Especificó que "no hay sólo un nacionalismo y pretendido progresismo, sino que hay también un nacionalismo progresista, que somos nosotros". Aceptó que de momento su grupo parlamentario no es muy grande. "Pero ya creceremos", dijo.

Pese a todo, Carod reconoció que la disposición mostrada por Maragall a estudiar la reforma del Estatuto de Autonomía es "un guiño" interesante. "Por sentido común tendríamos que celebrar una reunión formal para hablar de este asunto, porque si puede haber complicidad será bueno aprovecharla".

Los republicanos contemplan también la eventualidad de que las elecciones legislativas arrojen un resultado que les coloque como bisagra en el Congreso de los Diputados, ya sea solos o junto con el Bloque Nacionalista Gallego (BHG) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), dijo Carod, trastocando eso probablemente todas las alianzas.