El perito de las víctimas del Bazar España atribuye el derrumbe del muro a la "pésima" demolición

El informe elaborado por José Orad, perito de los familiares de las víctimas del derrumbe del muro del Bazar España, atribuye las causas del desplome del cerramiento, que mató a cinco personas el pasado 31 de diciembre en Sevilla, al "pésimo estado en que se dejó el muro tras las obras de demolición". El perito considera que una de las causas determinantes de la caída de la pared de ladrillo se debe a que soportó "unas cargas para las que nunca fue proyectado". Orad identifica otras dos causas del siniestro, con las que se desmarca de todos los estudios presentados hasta ahora en el Juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla, que achacaban la causa de la tragedia a ráfagas de viento "huracanado de índole catastrófica".En el informe se distingue entre "ráfagas" y "velocidad característica", que se extrae del promedio del viento durante 10 minutos. Según el texto, el día del suceso la velocidad característica apenas superó los 60 kilómetros por hora, mientras que las normas de construcción exigen que los edificios resistan hasta los 102 kilómetros por hora. El informe del perito señala que se cometió "un grave error" al dejar expuesto al viento un muro de ladrillo de grandes dimensiones y más de siete metros de altura, sin arriostramientos ni contrafuertes y "sin haber realizado ningún tipo de cálculo o análisis previos".

La intervención, concluye el perito, se realizó con un "absoluto desconocimiento de su capacidad resistente, estabilidad y margen de seguridad". Esta situación se agravó debido a que, para el cerramiento del solar, se aprovechó la original pared de ladrillos, un material menos resistente ante golpes puntuales que los bloques de cemento que obliga a utilizar la normativa municipal. Además, el cerramiento era cinco metros más alto de lo permitido.

El proyecto de demolición fue dirigido por el arquitecto Luis Recuenco Aguado para la inmobiliaria Osuna, copropietaria del solar junto al Ayuntamiento de Sevilla. El perito también hace hincapié en que el incumplimiento de las normas y "la falta de las más elementales medidas de seguridad" constituían un "claro peligro potencial para las personas y las cosas".

El cerramiento tenía una longitud de 428 metros y fachada hacia cuatro vías (Avenida de Miraflores, San Juan Bosco, Carretera de Carmona y Ronda de Capuchinos).